Un apretado partido hubo anoche en el Quicken Loans Arena donde se citaban Cleveland Cavaliers y Golden State Warriors, por el tercer partido de la serie de las Finales de la NBA. La victoria fue para el visitante, por 118-113.

Los californianos llegaban al recinto en Ohio con la tranquilidad de cómodas victorias en los dos primeros compromisos, aunque en casa.

El partido nunca tuvo un dueño claro. Desde los primeros minutos el marcador se mantuvo parejo y nunca en la primera mitad la diferencia fue decidora en favor de alguno de los dos equipos. Nunca más de cinco puntos en el primer parcial, y jamás más de ocho, siempre en favor de Warriors, en el segundo.

Dos aciertos enormes de Golden State al final del segundo cuarto les dio a los visitantes una ventaja de 67-61 durante el descanso, pero en la reanudación, Cavs se tomó revancha y con un parcial de 7-2 recuperó lo perdido en esos segundos finales de la primera mitad.

El tercer cuarto, aquel que Golden State ha aprovechado esta temporada para aplastar a sus rivales, en este caso fue lejos el mejor momento del local en el compromiso: velocidad, precisión y más de una genialidad, generalmente con LeBron James como uno de los protagonistas, y Kyrie Irving como invitado estelar. Fue 33-22 para el local en esos 12 minutos.

El de anoche fue un partido jugado de manera dura, pero sin deslealtades. No fue fácil para los jueces decidir las faltas (o no) en un partido en que cada centímetro se peleó como si fuera la última jugada, con el reloj encima.

No había espacio ni tiempo para otra cosa, pues los anillos de campeón esperan al ganador de la serie.

El constante intento de marcar desde la línea de triples marcó el enfrentamiento. Los nueve intentos desde fuera en el primer parcial marcaron una nueva marca NBA. Es que, en general, los intentos gozaron de éxito para sus ejecutantes.

En ese escenario, al insigne Stephen Curry, de Warriors, se le sumaron otros candidatos.

Ningún equipo que ha quedado 3-0 abajo ha podido dar vuelta una final de NBA y eso lo saben en Cleveland.

Golden State gana su décimo cuarto partido consecutivo en estos playoffs y sueña con un 16-0 en postemporada para quedarse con el título. Nunca visto

El tercer partido de la serie final de la NBA se disputará en el mismo Quicken Loans Arena este viernes. Nuevamente será de vida o muerte para el local.