La Casa Blanca llamó el lunes a poner  fin a "una ocupación que lleva más de 50 años" e insistió en su deseo de que la  región llegue a una solución de dos Estados, el israelí y el palestino.

También denunció otra vez los comentarios que hizo el primer ministro  israelí, Benjamin Netanyahu, descartando la posibilidad de negociar dos Estados  -aunque luego matizó estos dichos-. 

"Simplemente no podemos actuar como si estas palabras nunca hubieran sido  pronunciadas, o como si no plantearan interrogantes sobre el compromiso del  primer ministro por alcanzar la paz a través de negociaciones directas",  declaró Denis McDonough, secretario general de la Casa Blanca, evocando las  "preocupantes" declaraciones de Netanyahu.

"Estados Unidos nunca dejará de trabajar por una solución de dos Estados",  prosiguió McDonough en un discurso en Washington ante la organización  proisraelí J Street, añadiendo que es menester "poner fin a una ocupación que  ha durado más de 50 años".

Tras la amplia victoria de su partido en las elecciones del 17 de marzo,  Netanyahu cambió de discurso y aseguró, en numerosas entrevistas a medios  estadounidenses, que él en realidad no se opone a la idea de un Estado  palestino que coexista con Israel, como dijo durante su campaña.

Pero este cambio de discurso no convence a la Casa Blanca, que anunció su  intención revaluar su postura sobre Israel ante la ONU, donde el apoyo de  Estados Unidos es crucial.

Denunciando con fuerza los "comentarios contradictorios" de Netanyahu,  McDonough -quien trabaja con Obama desde hace más de diez años-, destacó que  los palestinos "tienen derecho a vivir en un Estado soberano y gobernarse a sí  mismos".

El secretario general de la Casa Blanca no hizo alusión a las disculpas  públicas presentadas el lunes por Netanyahu por hacer denunciado el "peligro"  de la movilización masiva de los árabes israelíes durante las elecciones  legislativas.