Estados Unidos, que se sienta por primera vez como miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, rechazó hoy de plano el informe presentado por la misión investigadora de la ONU sobre la ofensiva israelí contra Gaza y lo tildó de parcial y antiisraelí.
El informe, que determinó que Israel y Hamas cometieron crímenes de guerra durante la ofensiva militar israelí del pasado enero en Gaza, fue presentado hoy ante los miembros del CDH por su presidente, el juez sudafricano Richard Goldstone.
Hablando poco después de que lo hiciera el embajador israelí que igualmente rechazó las conclusiones, el secretario de Estado adjunto para la Democracia, Derechos Humanos y Trabajo de EEUU, Michael Posner, descalificó el informe como "profundamente parcial" y "débil" en su metodología.
Posner también denunció el trato que, en general, recibe Israel en el Consejo de Derechos Humanos, dominado por los países islámicos y no alineados, y afirmó que cuando EEUU decidió participar en sus trabajos, con la nueva administración de Barack Obama, lo hizo con la prioridad de "rechazar el doble rasero" contra Israel.
"No se puede hacer una equivalencia moral entre Israel, un estado democrático con derecho a la autodefensa, y el grupo terrorista Hamas, que respondió a la retirada israelí de Gaza aterrorizando a los civiles en el sur de Israel", dijo el representante de EEUU acerca del informe, que constata que durante la ofensiva "Plomo fundido" murieron 1.400 civiles palestinos, tres civiles israelíes y 10 soldados de este país.
Posner aseguró, en relación al llamado del informe para que los culpables de las violaciones del derecho internacional paguen por sus crímenes, que "estamos seguros de que Israel tiene la capacidad de investigar" por sí mismo.
El rechazo frontal de EEUU al informe Goldstone se produce a pesar de los llamamientos de numerosas ONGs, entre ellas Human Rights Watch, a Barack Obama para que acepte este documento como forma de hacer avanzar la paz en la región.
Antes de intervenir Posner, el embajador israelí, Aharon Leshno Yaar, calificó el informe de "vergonzoso" y acusó a la misión investigadora de guiarse por motivos políticos y no por los derechos humanos.