Tanto para quienes se mueven por la ciudad o quieren llegar a una dirección que nunca han oído, Waze se ha convertido en el copiloto ideal para 65 millones de usuarios alrededor del mundo.

El sistema revolucionó el mundo de las aplicaciones al convertir un smartphone en un GPS, que no solo guía a través de las calles, sino que ofrece rutas dependiendo del tráfico que hay en ellas.

Ahora la aplicación -comprada por Google en 2013- busca ampliar su influencia en el mercado de la movilización con Waze Carpool, sistema que permitirá que cualquier usuario de la aplicación se convierta en un chofer de medio tiempo, servicio que por masividad y precio supondría una grave amenaza en el largo plazo a los sistemas de transporte por aplicación como Uber o Cabify.

Rutas optimizadas

La colaboración siempre ha sido parte fundamental del funcionamiento de Waze. En sus comienzos, el sistema permitía a los usuarios reportar accidentes, problemas en el camino, atochamientos e, incluso, controles policiales para que el resto de los usuarios del sistema contaran con esa información.

Esa misma lógica de colaboración entre usuarios es la que opera con Waze Carpool, donde no se pretende tener más autos buscando clientes, sino que optimizar los viajes que sus usuarios hacen y emparejarlos con potenciales pasajeros.

Cuando un usuario de Waze que quiera participar en el programa coloca una ruta, por ejemplo, desde su casa al trabajo, inmediatamente se pone disponible para personas que puedan ser recogidas en la misma ruta que está recorriendo que pueden ser dejadas en el mismo destino del conductor, o bien, en algún lugar que forme parte del camino. La idea es que el conductor no se desvíe en ningún momento y que su viaje sirva para aprovechar los asientos desocupados de su vehículo.

Como recompensa por el servicio, la aplicación cobrará una tarifa mínima que se reparte entre el conductor y la aplicación y que cubrirá sólo el gasto de combustible, para que no se convierta en un nuevo empleo, sino sólo en una herramienta de conexión entre dos personas. El precio que cobra este servicio en EE.UU., por ejemplo, es de unos 195 pesos por kilómetro recorrido, una fracción de lo que cobra un taxi tradicional o un Uber.

Por ejemplo, un viaje de Oakland a San Francisco, lugar donde se ha estado probando el servicio además de Tel Aviv (Israel), cuesta 4,50 dólares en Waze Carpool, versus unos 10 a 12 dólares que costaría con Uber o similares.

¿Pero será realmente el fin de los taxis por celular? El propio CEO de Waze, Noam Bardin, señaló al Wall Street Journal que sabe que la principal barrera para el funcionamiento de este sistema es saber si efectivamente la gente permitirá que desconocidos se suban a su auto aunque sea por una recompensa.

Sin embargo, cree que el mismo éxito de Uber ayudará a que sea exitoso, ya que "hoy estamos mucho más acostumbrados a compartir nuestro auto con otras personas que lo que estábamos hace cinco años".

El servicio comenzará su expansión dentro de los próximos meses, primero hacia otras ciudades dentro de EE.UU. pero también a Latinoamérica.

De hecho, el propio Bardin se reunió con el alcalde de Sao Paulo para coordinar la llegada de este servicio y así tratar de solucionar en parte sus problemas de tráfico.