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Wendy Guerra, escritora cubana: "Los odios y los rencores deben ser enterrados para siempre"

En esta entrevista con <b>La Tercera</b>, esta autora plantea que el mayor desafío de Cuba tras la visita de Obama y el show de hoy de The Rolling Stones es "la libertad de expresión".

Tal como sus compatriotas, Pedro Juan Gutiérrez y Leonardo Padura, la escritora cubana Wendy Guerra (La Habana, 1970) es de las novelistas e intelectuales que publican fuera de la isla pero que residen en la capital de Cuba sin tanta difusión. Autora de las novelas Todos se van (2006), Nunca fui Primera Dama (2008), Posar desnuda en La Habana (2010) y Negra (2013), y de textos con poemas como Cabeza rapada (1996) y Ropa interior (2008), Guerra fue actriz de televisión en su infancia pero en los últimos años se consolidó en las letras.

Columnista del diario español El Mundo y cronista de la realidad cubana a través de su blog Habáname, Wendy Guerra dice a La Tercera que “Cuba es una plaza que aún está virgen y que todos desean poseer”. Y que además de la visita de Barack Obama y el concierto gratuito de hoy en La Habana hay otro evento no menor. Esto, porque el próximo 3 de mayo se realizará el primer desfile de Chanel en América Latina en el Paseo del Prado en La Habana Vieja. “Será a lo largo del mítico paseo y sobre los balcones que van desde la calle Neptuno hasta San Lázaro donde el pueblo verá desfilar lo más sofisticado de la alta costura internacional”, cuenta esta escritora.

¿Qué ha significado para Cuba tener en una misma semana a Obama y a los Rolling Stones?

Todo es parte del mismo performance. Significa empezar a participar del resto del mundo y no sentirnos ajenos a la realidad de Occidente. Vivimos en Occidente pero pasamos estos años peleados con los códigos occidentales. Por escuchar a los Beatles muchos terminaron presos, por escuchar a los Stones podías perder tu carrera, por tener relación con un americano o un cubano que viviera en Estados Unidos podías ser nombrado traidor. Disparamos a muñecos de trapo que encarnaban al Presidente americano de turno en los campos de preparación militar. Esperamos al enemigo con una ametralladora en las manos, y ahora, recibimos a ese enemigo con los brazos abiertos y la esperanza de poder llegar a acuerdos civilizados. Pasamos del adulterio clandestino al matrimonio mediático. Pasamos de “A los imperialistas no se les pude ceder ni un tantico así” a “Viva la amistad inquebrantable del pueblo cubano y el norteamericano”.

La mayoría de los cubanos observó con especial atención la visita del Presidente de Estados Unidos que por tantos años fue “el imperio” ¿Qué ha ocurrido?

La mitad del pueblo de Cuba tiene a sus hijos o padres, hermanos o amigos en Estados Unidos. Esto hace que para nosotros ese imperio ya hoy tenga sangre cubana y muchos de nuestros nombres y apellidos. El pueblo ve una ventana abierta en esta presencia, una vía de reencuentro, un cambio de política que guíe los pasos para comunicarse con sus afectos. Obama tiene mucho carisma, y ese humor y agudeza que los cubanos interpretan y adoran. Obama tiene un tumbao, un ritmo y una gracia que hace muy fácil su comunicación con nosotros, posee una mezcla cultural y un aire de familia que nos vincula, esto es un hecho e irremediablemente no hay paso atrás.

Décadas atrás los Rolling Stones estaban prohibidos y hoy ofrecerán un concierto histórico ¿Qué consecuencias traerá la presencia de Jagger y compañía para Cuba?

Es el momento de que abuelos, padres e hijos se reencuentren y editen el pasado. Es el momento en que los censores, donde quiera que se encuentren escuchen nuestras voces coreando lo que nunca quisieron nos aprendiéramos en perfecto inglés.

¿Se espera que después del concierto de los Stones se concreten nuevas presentaciones de superestrellas de rock o una nueva vida artística en La Habana o no necesariamente podría ser así?

Este país está lleno de estrellas de paso por Cuba. No todas desean publicidad, pero solo basta sentarte en un restaurante particular para verlos cenar tranquilamente con sus familias. Cuba es esa plaza que aún está virgen y que todos anhelan poseer. Tenemos un público entrenado y deseoso de empatar la película que nos cortaron por la mitad.

Como una escritora joven y una de las voces más agudas de la Cuba de hoy, ¿se puede hablar de una nueva Cuba, de una nueva etapa?

Creo que mientras dormíamos los dos presidentes, Obama y Raúl, tomaron determinaciones que nunca esperamos se tomaran ese histórico 17 de diciembre. A partir de ahí nos toca empujar el carro para que los prejuicios y los miedos no detengan este viaje. No hay paso atrás y nuestra narración debe ser alta y clara. Los odios y los rencores pasados deben ser enterrados para siempre.

¿Cuáles son los desafíos más inmediatos para el país?

El más importante de todos: la libertad de expresión.

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