El técnico del Arsenal, el francés Arsène Wenger, admitió que la derrota por 6-0 ante el Chelsea el mismo día en el que cumplía mil partidos al frente del banquillo "gunner" fue uno de los peores momentos de su trayectoria como entrenador.

"Sí, por supuesto, es uno de los peores días. A los 20 minutos todo estaba acabado y aún quedaba mucho tiempo por delante. No nos habíamos preparado toda la semana para vivir una experiencia como esta", dijo Wenger en la rueda de prensa posterior al duelo en Stamford Bridge.

El francés asumió la responsabilidad de la derrota, que deja al Arsenal a siete puntos de los "blues", con un partido menos, y mengua sus opciones de luchar por la 'Premier' esta temporada.

"Esta derrota es culpa mía, asumo toda la responsabilidad por ella", afirmó el técnico galo, de 64 años, para quien no había "necesidad de hablar demasiado" tras el duelo.

"Ahora se trata de dar una respuesta el próximo martes (ante el Swansea), y el mejor modo de lograr eso no explicar demasiado nuestros errores", apuntó el francés.

Wenger comentó asimismo la actuación del árbitro, que sacó una tarjeta roja a Kieran Gibbs al confundirle con su compañero Alex Oxlade-Chamberlain, que había tocado el balón con la mano dentro del área.

"Creo que fue mano pero que el árbitro no lo vio. El balón se fue fuera y creo que es Chamberlain quien lo toca. No sé quien le dio la indicación al árbitro de que era mano, pero ciertamente no lo vio", dijo el francés.

Para el técnico del Chelsea, el portugués José Mourinho, "el partido estaba acabado a los siete minutos", cuando el camerunés Saumuel Eto'o ya había marcado el primero y el alemán André Shürrle el segundo.

"Fuimos demasiado fuertes (para el Arsenal). Entonces vino el penalti y la tarjeta roja, pero el partido ya estaba resulto", analizó el portugués.

"Este era el partido más importante de la temporada para el Arsenal. Para nosotros, era un partido importante", afirmó el técnico del Chelsea, que lidera la tabla de la liga inglesa.