No es el mejor momento de Alexis Sánchez en el Arsenal. No hay dudas de eso. El inicio de la nueva temporada sigue marcado por la frustración del delantero por su fallido traspaso al Manchester City. El tocopillano no quería quedarse en el club y, ya sin nada que hacer para revertirlo, lo que le queda es resignarse. Y si a mitad de semana marcó un gol en Europa League y celebró sin esbozar siquiera una sonrisa -explicitando todo su sentir- ayer fue Wenger quien dio una nueva muestra de que el estatus del delantero en el cuadro cañonero ya no es el mismo.
Ante el Chelsea, el nortino empezó entre los suplentes, situación impensada durante las temporadas anteriores, considerando su aporte frecuente y la envergadura del rival. No importó nada. El entrenador decidió rotar a su equipo e introdujo ocho modificaciones respecto de los once que ingresaron ante los alemanes del Colonia el pasado jueves.
La presentación en Stamford Bridge, pese a la ausencia de su mejor hombre, no fue del todo negativa. La paridad final sirve de poco, pero el nivel de juego dejó tranquilo al menos al técnico, quien confía en poder mejorar y despegar. De momento, eso sí, marcha en el duodécimo lugar, con ocho puntos, ya a seis de los equipos de Manchester, que dominan sin contrapeso la nueva temporada del fútbol británico. "Son muchos partidos los que tenemos por delante. Podemos jugar algunos mal. Lo de hoy, me deja satisfecho. Merecimos un poco más, creo, pero nos vamos conformes con lo que realizamos", dijo el director técnico francés una vez consumada la igualdad.
Sánchez, en tanto, ingresó a los 66', cuando el partido clamaba por un cambio de ritmo. Su presencia no fue suficiente. El seleccionado nacional aportó dinamismo, pero no mucho más. Sigue luciendo incómodo, desencajado, sin encontrar un buen socio para empujar de verdad a los suyos. Lo intentó. Corrió, regateó, encaró y remató. Pero cuando quiso buscar una asociación para romper la línea defensiva rival no encontró respuestas a su altura, aunque el técnico viera otra cosa.
Ni Alexis ni el Arsenal logran despegar en la actual campaña, que ya se vislumbra cuesta arriba.
"Con un poco más de fortuna hubiésemos ganado el partido", analizó Wenger, tal vez con la mente puesta en un tiro al palo de Ramsey al filo del descanso, que pudo cambiar la historia, pero que fue la única ocasión de real peligro para sus dirigidos. "Tenemos que mejorar algunas cosas, pero creemos que vamos por el camino correcto", sentenció, sin referirse puntualmente a la ausencia del chileno.
Y mientras en redes sociales los fanáticos del Arsenal se desahogaban contra el entrenador por prescindir del chileno, otros, como el exfutbolista Jamie Carragher, creen que su ausencia fue, efectivamente, la clave en la supuesta mejor imagen que dejó el equipo. "Que no estén Alexis ni Özil le ayuda al Arsenal. Le sirve para abrir la cancha y generar más espacios por el centro. Marca más el Arsenal jugando así, como hoy", comentó el exjugador en Sky Sports durante la transmisión del partido, destacando el desequilibrio que a ratos generaron los visitantes por los costados, aunque sin destacar que fue la única fórmula a la que apelaron durante los 90 minutos.
Sánchez igual se fue sonriendo, pero es innegable que, al menos al inicio, la nueva campaña tiene para él un sabor diferente. Y esta semana, dos nuevos desafíos: ante Doncaster Rovers (tercera división) por Copa de la Liga, el miércoles, y ante West Bromwich, el próximo lunes, por Premier League. El repunte futbolístico es imperioso. La presencia de Alexis, también.
En tanto, la lucha liguera parece sentenciada desde ya. Manchester City y Manchester United lucen como los dos equipos que van a competir por el título. La disputa se anticipa a muerte y, tras cinco partidos, ambos lideran con 13 unidades siendo, por lejos, los mejores elencos del certamen.
Arsenal debe sacudirse de la modorra porque para bajarse de la pelea, es demasiado pronto.