Sonó el pitazo final en Wembley y Arsène Wenger festejó extasiado con los puños hacia el cielo. El paso de su equipo a la final de la FA Cup es un verdadero bálsamo para una campaña que se ha llenado de cuestionamientos.
"Pueden cuestionar mis decisiones, pero no pueden cuestionar mi lealtad y compromiso con este club", expresó el francés luego del partido.
"Estoy muy orgulloso del rendimiento y el espíritu que hemos demostrado", manifestó. "Sentí que fuimos más fuertes a medida que avanzaba el partido", analizó y agregó: "La primera mitad fuimos un poco cautelosos y en la segunda mitad nos hicimos más fuertes".
"Pasamos por un período difícil, creo que los jugadores han mostrado gran unión hoy y hemos dado la respuesta correcta", manifestó.
A pesar de creer en la superioridad de su equipo, el entrenador de City, Pep Guardiola, no le restó mérito al Arsenal: "Hoy tuvimos más ocasiones que el Arsenal, pero ya sabíamos lo buenos que son. No tengo arrepentimientos"
"Estamos tristes, por supuesto, pero mañana tenemos que levantarnos y encarar los partidos que quedan por jugar", apuntó.