La cantante estadounidense Whitney Houston presentó hoy en el pabellón Olimpíyski de Moscú su último trabajo, "I look to you", así como viejos éxitos como "I will always love you" y "I'm your baby tonight", informó la televisión rusa.
Houston comenzó así ante 20 mil personas su primera gira internacional tras seis años de silencio y con un público expectante por confirmar que sus problemas con las drogas efectivamente no han acabado con su carrera ni con su voz y su talento.
A pesar del precio de las entradas, que oscilan entre los 74 y 1.100 dólares, las localidades se agotaron rápidamente.
Tras una segunda actuación el domingo en el Palacio de Hielo de San Petersburgo, la artista hará una pausa y a partir de febrero recorrerá Japón, Australia, Reino Unido, España, Italia, Austria, Alemania, Bélgica, Dinamarca, Suecia y Finlandia.
Houston llegó el domingo a Moscú junto a su hija Christina, de 15 años, fruto de su matrimonio con el también cantante Bobby Brown, de quien se separó tras 14 años de una relación que la desgastó emocionalmente y la abocó a las drogas, según había confesado.
Según la prensa, el interés que ha despertado este concierto entre el público ruso no se debe sólo al talento de la cantante, sino al morbo de ver a una renovada Whitney Houston sobre el escenario. Incluso, varios críticos locales destacaron que la voz de la cantante ha cambiado y es ahora "más grave y ligeramente ronca".
Trascendió que para su estadía en la capital rusa, la estrella exigió no tener flores ni aire acondicionado en su habitación. También pidió muebles de piel, dos espejos de cuerpo entero y dos teteras eléctricas y cerveza.
Para comer, la cantante, que sigue una dieta elaborada por el Instituto de Belleza de California y basada en un menú dietético diferente cada día, exigió mariscos y carne de pollo y de ternera.