El príncipe William y su esposa Kate Middleton valoraron la decisión de la justicia francesa contra la revista Closer, con lo que se prohibe cualquier nueva publicación de la polémica sesión de fotos en que se ve a la duquesa de Cambridge en topless durante sus vacaciones en el sur de Francia y, de paso, los obliga a entregar todos los archivos que tengan de la serie fotográfica.
El tribunal galo prohíbe al editor de la publicación, parte del grupo italiano "Mondadori", "ceder o difundir por todos los medios, soportes o de la manera que sea, sobre todo, tabletas digitales" las imágenes, además de solicitar a la revista a pagar 2.000 euros por los gastos legales y 10.000 euros por cualquier nueva difusión o cesión de las fotografías.
"El duque y la duquesa de Cambridge celebran la decisión" del tribunal de Nanterre, ubicado en las afueras de París, según publica el diario español El País.
En tanto, el príncipe y su esposa prosiguieron hoy con su programa de visitas en Tuvalu, tal como estaba previsto.
Y es que los esfuerzos jurídicos de la pareja real británica no tienen repercusión más allá de la fronteras francesas. Pues la decisión judicial no tiene repercusión en la publicación de las fotos que ya se ha realizado en Irlanda o Italia. La Casa Real se muestra cautelosa sobre si también va actuar legalmente contra la publicación de las fotos en otros países y al respecto sólo indican: "Sin comentarios".