El cielo típicamente cubierto y por momentos lluvioso en Londres dejó poco margen a los jugadores para ultimar sus detalles de cara al tercer Grand Slam de la temporada, que tendrá en esta jornada a varias de sus principales figuras en pista.

Roger Federer, campeón en 2012, comenzará el camino hacia su décimo octavo título de Grand Slam ante el rumano Victor Hanescu en el primer turno de la cancha central.

Tras un mal inicio de temporada, el suizo, número tres del ranking, deposita sus esperanzas en una gira sobre césped que lo vio ganar en Halle su primer título del año.

Wimbledon es uno de los pocos terrenos de dominio que le quedan a Federer en el circuito, y a sus 31 años, tal vez una de sus últimas oportunidades de extender su récord de títulos de Grand Slam.

Para eso deberá superar un duro cuadro, que le deparó un hipotético cruce con Nadal en cuartos de final y Murray en semifinales. "Estoy listo para el desafío. Me gustan los cuadros duros. No me asustan", aseguró hoy Federer.

Pero lo cierto es que Rafael Nadal, apenas el quinto favorito según la preclasificación, es la figura que nadie quiere ver de cerca.

El español, que ya sabe lo que es ganar dos veces en Wimbledon, es el jugador más en forma en el circuito y tras su regreso al tenis en febrero ganó siete de los nueve torneos que disputó y jugó la final en los otros dos.

Sin embargo, Nadal llega a la cita londinense sin haber jugado ningún torneo previo sobre césped, algo que no pasaba desde hace ocho años. Su rodilla izquierda aún requiere máximo cuidado, por lo que tras ganar por octava vez en Roland Garros decidió descansar unos días en Mallorca y ausentarse en Halle.

"Será muy duro aquí para mí",
admitió Nadal. "No jugar ningún torneo antes de aquí es siempre un poco más duro. Voy a intentar competir lo mejor posible. Daré lo mejor y luego veremos", fue el prudente mensaje del español, que se medirá hoy en el debut al belga Steve Darcis.

Andy Murray
deberá soportar sobre sus espaldas una expectativa que creció exponencialmente tras sus títulos en el US Open y los Juegos Olímpicos.

"Siempre me gustó jugar en Wimbledon. Aquí jugué parte del mejor tenis de mi carrera", aseguró el número dos del ranking, que no se mostró preocupado por la presión.

"Me pongo muy nervioso cuando juego aquí, pero en general siento que eso me ayuda a jugar mi mejor tenis. Me ayuda a concentrarme mejor", comentó Murray. "Me gusta estar nervioso antes de un partido", desafió.

Finalista el año pasado en el All England, Murray será nuevamente la gran esperanza local para alzar un torneo que no se queda en casa desde el título de Fred Perry en 1936. El británico no pudo estar en Roland Garros por una lesión en la espalda, pero llega con varias semanas de rodaje en la superficie y con el título de Queen's en el bolsillo.

"Siento que ahora estoy mejor preparado para manejarme en las instancias finales de un torneo y mejor preparado para asimilar la presión", advirtió Murray, que debutará ante el alemán Benjamin Becker.

Así lo entiende el propio Federer, que ubica al escocés incluso por encima de Nadal y Djokovic en su lista de candidatos. "Murray parece tener tal vez el juego más natural para la superficie. Rafa y Novak son campeones de Wimbledon, pero Andy en cierto modo está un poco por encima de los otros", aseguró el suizo.

Novak Djokovic, el único del "Big Four" que no debutará este lunes, niega tener el cuadro más accesible.

"Habrá gente que diga que tuve suerte con el cuadro, pero es un Grand Slam. No creo que haya un camino fácil al título o una victoria fácil. En este torneo están los mejores jugadores del mundo", sostuvo el número uno del mundo.

Entre los favoritos también cuenta el español David Ferrer, que intentará meterse definitivamente en la pelea entre los grandes tras alcanzar la final de Roland Garros.

El argentino Juan Martín del Potro, de regreso tras perderse el Abierto de Francia, así como el francés Jo-Wilfried Tsonga y el checo Tomas Berdych, también buscarán dar el golpe.

Entre las mujeres, los interrogantes parecen disiparse ante el abrumador dominio de Serena Williams. Número uno del mundo y campeona defensora en Wimbledon, la estadounidense no pierde un partido desde febrero.