Hace dos años, la canadiense Eugenie Bouchard levantaba la corona de la edición juvenil de Wimbledon, y soñaba algún día con convertirse en una de las protagonistas del circuito.
Con una velocidad que impresiona, la tenista de 20 años se ha convertido en la gran revelación de la temporada, alcanzando las semifinales en Australia, Roland Garros y la final en la Catedral. Ya está 13ª en el ranking, pero con lo hecho hasta aquí alcanzará el séptimo puesto. En caso de quedarse con la corona, será 6ª.
Ayer, con bastante autoridad se impuso por 7-6 (5) y 6-2 a la rumana Simona Halep (3ª) y alcanzó su primera final de Grand Slam.
"He logrado entrar en la historia de Canadá otra vez. Siempre es excitante y especial cuando puedo hacer historia, pero mi trabajo no está terminado, quiero dar un paso más", dijo la joven jugadora, que también destaca por su belleza, lo que le ha valido participar en diversas producciones fotográficas.
La oriunda de Quebec también agregó que "me siento muy relajada en general. Estoy muy orgullosa de mí misma, aunque soy consciente de que aún me queda otro paso por dar".
Su rival por el título será la checa Petra Kvitova (6ª), campeona en 2011, quien dio cuenta de su compatriota Lucie Safarova (23ª), por 7-6 (6) y 6-1.
"Naturalmente, no me siento la favorita. No creo que haya favoritas en una final de Grand Slam, es difícil mantener los nervios. Vuelvo a estar preparada para una final", comentó la europea.
Hoy, en tanto, se disputarán las semifinales masculinas, donde Novak Djokovic (2º) enfrentará al búlgaro Grigor Dimitrov (13º) y el suizo Roger Federer (4º) lo hará ante el canadiense Milos Raonic (9º).