La cantante británica Amy Winehouse, que  batalla contra una adicción a las drogas y el alcohol, debió ser  internada este domingo en un hospital de Londres, luego que una  fuerte caída provocada por consumo excesivo de alcohol le produjo lesiones en su rostro y costillas.  

Winehouse fue trasladada a una clínica privada en el centro  de la capital británica, luego de sufrir la caída en su vivienda  del norte londinense.

"Ella había se tomó algunas copas. En un comienzo creyó que se había quebrado algo, así que le pidió a sus guardias de seguridad que la llevaran a un hospital. Los médicos se  preocuparon al pensar que ella podía haberse lesionado algún órgano, ya que presentaba un bulto en su cabeza y un corte sobre  su ojo", declaró una fuente allegada al diario The Sun. 

De acuerdo al informante, la cantante permanecerá algunos días más en la clínica.  

En tanto, un testigo del centro hospitalario afirmó que desde la llegada de Winehouse a la clínica "generó caos".  

"Se la vio subiendo y bajando las escaleras, con una herida en la cabeza y aliento a alcohol. Se la escuchó quejarse de  dolores por heridas en su pecho y alrededor de sus costillas", agregó.  

"Las enfermeras tuvieron que interceder y pedirle que se  calmara. Eventualmente lograron llevarla a su habitación. La  jefa de enfermería estaba enfurecida", continuó la fuente.  

Esta es la segunda internación de Winehouse en las últimas semanas, luego de quejarse de dolores pectorales tras una publicitada cirugía estética.