Juan Luis Morena Luna (38) es un soldado del viejo orden del reggaetón. Y no sólo porque el dúo que comandó junto a Yandel remite a los primeros días de éxito del estilo, o porque fue uno de los pioneros en ostentar esos seudónimos escasos de toda modestia con que los astros del género se miraban a sí mismos (Los reyes del nuevo milenio se llamó el debut del grupo).
Basta dialogar un par de segundos con él para que aflore ese vocabulario que mezcla sabor caribeño, camaradería juvenil y ese acento litúrgico, esa vibra casi de pastor tan propia de los jerarcas supremos del culto reggaetonero: "Muchas bendiciones mi rey, muchas bendiciones a todos por allá. Gracias mi papi por la entrevista, vamos a hablar", invita Wisin, al teléfono con La Tercera desde Miami.
Y como un veterano de tantas batallas, el cantante puede hablar desde un púlpito diferente al resto. El primero de este mes se estrenó su último disco en solitario, Victory, cuyos singles de adelanto ya trepaban entre lo más exitoso del circuito latino. Por ejemplo, Escápate conmigo, interpretado junto a Ozuna, es la tercera canción más escuchada en Spotify Chile durante este año, mientras que su video asoma como el cuarto más visto en el listado local de YouTube, con alrededor de 17 millones 310 mil visualizaciones. El puertorriqueño, con casi dos décadas en la ruta, ha sabido reinventarse y ha enfrentado con olfato los nuevos giros y etiquetas impuestos por el nicho.
"Yo le doy al público lo que quiere escuchar. Nosotros los artistas tenemos que estar pendiente de lo que el público quiere. Y cuando leo los comentarios que me llegan, lo que el público aún quiere es reggaetón. Es lo que sabemos hacer", dice el intérprete, cuyo reciente disco trae otro hit del último tiempo, Vacaciones. El mismo que confirma que Wisin sigue fiel a las tradiciones: se trata de temas con percusiones machacantes, coros simples y que invitan a la juerga.
"Este nuevo disco es de mucho más reggaetón. Es más rítmico. Yo siempre trato de cuidar la esencia del movimiento urbano, que es lo que me interesa", asegura.
¿No le interesan los nuevos rumbos del género? ¿Por ejemplo el trap, cuyas letras son más explícitas y ostentosas?
Todo género que comienza en el barrio desde abajo, y tiene crecimiento, tiene derecho a estabilizarse si haces las cosas de modo correcto. A todos los que cantan trap los quiero mucho, son muy talentosos, unos cantan de una forma, otros de otra; algunos tienen un contenido más fuerte, otros no tanto, pero todos en cierto momento cometimos errores para llegar donde estamos. De esos errores uno aprende.
¿A qué errores se refiere?
No tan sólo en contenido; a veces tropezar en tu carrera en muchos aspectos es necesario para después tomar el camino correcto. Todos estos jóvenes son nuevos en la música y están en formación, pero la experiencia te la dan los años de carrera, y ellos van a tenerla.
¿Cómo ve el futuro del reggaetón?
Escúchame bien: no sólo el reggaetón. Y esto te lo digo con mucha humildad: toda música, si es un buen contenido, prevalece. La gente allá afuera no sigue nombres, sigue buena música. La gente que está allá afuera ya es un público educado y sabe lo que es bueno y lo que es malo.
Usted hace reggaetón clásico. ¿Le llegan esas críticas que tratan al estilo de misógino?
Yo no puedo controlar lo que millones de periodistas dicen de mí. Nadie lo puede controlar. Sólo te puedo decir que mi trabajo está basado todos los días en más profesionalismo, en menos mediocridad, en darle a la audiencia cosas grandes, en que la mujer no se sienta denigrada, al contrario, que disfruten con lo que hago. Y hay que trabajar para que esa gente que no piensa tan bien de ti se vuelva fanático tuyo.
Pese a su fidelidad a los patrones más reconocibles, Wisin en su entrega más reciente sumó un aliado novedoso: Timbaland, uno de los productores que definió el pop anglo del nuevo siglo gracias a su faena con Justin Timberlake, Jay-Z o Beyoncé. "Aquí mi trabajo es el que está hablando. Es imposible trabajar con estas personalidades si tu labor no es de respeto y de elite. Aportó mucho a estas canciones", comenta.
Pero si se trata de sociedades creativas, el mundo -o al menos el del reggaetón y la música urbana, lo que ya es bastante- espera una pronta reunión con Yandel, luego que en febrero cantaran juntos en un concierto de Zion & Lennox, tras cuatro años de distancia. "Grandes cosas están por pasar. Sigan pendientes"
De sus palabras se desprende que van a volver
Lo primero que tiene que suceder para que pasen grandes cosas es el contenido y eso es lo que estamos preparando: buena música. Sigan pendientes de nosotros (se ríe)