Michael Lang (64) tenía el sueño de montar un mítico festival de música que llamaría Woodstock, pero se topó con algunos obstáculos.
Como la mirada de reojo de un señor llamado Bob Dylan, que simplemente se corrió del evento, o como los problemas que tuvo para conseguir los 30 mil dólares que exigió Jimi Hendrix, el pago más alto de la cita.
The road to Woodstock: from the man behind the legendary festival es el último libro del productor del evento que mañana cumple 40 años de su realización y que también relata anécdotas, como la insólita donación de un kilo de cocaína que recibió el equipo de producción durante la jornada inaugural de la cita musical.
Lang también revela en el libro que la razón para que Jim Morrison desistiera de participar fue su temor a ser asesinado sobre el escenario montado en una granja de Bethel, Nueva York, que en tres días (15, 16 y 17 de agosto de 1969) contó con artistas como Carlos Santana, Joan Báez, Janis Joplin, Creedence Clearwater Revival.
El texto también revela que John Lennon no pudo participar de la cita por la prohibición que tenía de entrar a Estados Unidos, por un arresto por drogas del año anterior.
El productor anunció que aún mantiene en pie el plan de realizar un festival para celebrar el aniversario número 40 a fines de septiembre. El certamen contaría con artistas nuevos y otros clásicos, según dijo Lang.