A Ximena Clark, directora del INE desde 2014, no le gusta "meterse en la pelea", reconoce cuando es consultada por los frecuentes intercambios entre la oposición y el gobierno por ocupación y desempleo. Pero no por eso deja de corregir los errores que percibe en el debate, donde destaca las últimas críticas realizadas contra el gobierno por el alza de empleos asalariados y de remuneraciones en el sector de administración pública; a su juicio, "los conceptos que se utilizan no siempre son tan rigurosos", señala.

En los últimos meses se ha destacado el aumento de la creación de empleo del sector público respecto del privado. ¿Cómo ven ustedes este debate?

Me parece que hay una confusión importante. Nosotros informamos el sector de administración pública, que incluye al sector público (gobierno centralizado), pero también el mundo municipal, las universidades, las Fuerzas Armadas y las empresas del Estado. Dicho eso, el peso de la administración pública en el empleo no ha cambiado desde 2010 a la fecha, ha tenido una participación entre el 5% y 6%. Es posible que de un año a otro haya creación de empleo, pero no es necesariamente que el gobierno contrate más. De hecho, por eso la creación de empleo en la administración pública no calza con las cifras de la Dirección de Presupuestos sobre el gobierno central.

En el caso de las remuneraciones de la administración pública, estas crecieron 10,3% en junio, lejos del 4,4% promedio del país. ¿Ocurre algo similar?

Es lo mismo, en su momento se criticó que el gobierno estaba subiendo los ingresos por encima el resto de la economía, pero el alza obedece en mayor medida al sector municipal. Esto por la Ley 20.922, que establece homologación de asignaciones profesionales en el mundo municipal con el resto del sector público. A eso se suma que hubo traspasos de honorarios a la contrata con esa asignación profesional en el mundo municipal. De hecho, si se revisa las variaciones de remuneraciones en el gobierno anterior, en 2012 también hubo una política de homologación de asignaciones, lo que se observó en la administración pública en 2013.

Más allá de su explicación, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, afirmó que hay que mirar con cuidado las cifras de empleo del sector público porque vienen de un autoreporte.

No sé en qué contexto habrá ocurrido eso. Lo que es cierto, es que todas las encuestas que son de personas, estas van a autoreportar algunas características sobre el sector en el que trabajan, o sobre el tamaño de la empresa. Pero eso no significa que los datos no sean válidos. Así funcionan todas las encuestas, si se pusiera en cuestionamiento lo que las personas reportan... no tendría mucho sentido hacer las preguntas. No creo que lo haya dicho así.

Por otra parte, se ha planteado varias veces la disyuntiva entre las cifras del INE y los registros administrativos. ¿Cómo conversan estas cifras?

Nuestro país tiene buena información de empleo en los registros administrativos, como los que levanta el seguro de cesantía, el sistema previsional u otro. Y si bien esta información es acotada y se levanta para los objetivos propios de cada institución, son datos súper útiles, y lo óptimo y eficiente sería usarlos en complemento con las encuestas. Pero para eso, ese registro debe estar levantado oportuna y rigurosamente, además de estar disponible. Es algo en lo que falta avanzar más todavía, porque estamos subutilizando estos registros. Y esto no solo en empleo, sino que en la estadística nacional en general.

En su seminario de la semana pasada, afirmaron que la tasa de desempleo por sí sola no es suficiente para dar cuenta de las dinámicas del mundo laboral. ¿Cómo se avanza en mejorar la información?

Si bien la tasa de desempleo es el indicador principal y lo que tiende a publicarse en la prensa, efectivamente lo que está detrás de esta puede ser bien dinámico. El efecto neto de todas esas dinámicas, el desempleo, puede que no se refleje en el solo número. Por ejemplo, en Estados Unidos usan seis tasas de desempleo, y actualmente nosotros podemos estimar algunas de ellas.

¿Esta preocupación se incrementa viendo el aumento de los empleos por cuenta propia de los últimos años?

Sí, en la medida que la tasa de desocupación no exhibe cambios dramáticos entre uno y otro trimestre, pero sí ocurren cosas entre quienes componen el grupo de ocupados (como entre cuenta propia y asalariados). Con esto empieza la discusión de si todos los ocupados por cuenta propia se los puede asociar a informales o no, y siempre hemos dicho que no todos son informales, pese a que una proporción importante no cotiza, no tienen contrato de trabajo, etc.

¿Hay otras novedades de parte del INE aparte de esa nueva información?

Vamos a dar a conocer pronto, en un par de meses, una plataforma con información georeferenciada. Los INE en el mundo avanzan cada vez más en dar estadísticas, pero también que sea georeferenciada, ojalá con plataformas fáciles de consultar. Por ejemplo, en permisos de edificación. Tenemos un boletín que da cuenta de estos permisos, y ahora veremos de manera georeferenciada dónde están los permisos otorgados los últimos años, con lo que se podrá ir viendo cómo ha crecido la ciudad y con qué tipo de edificación, y qué altura. Después podremos ir buscando otras estadísticas, del tipo territorial, como es el certificado de recepción final. Con eso tendremos algún tipo de trazabilidad de aquello que se está construyendo.