Yemen informó que sus fuerzas de seguridad, apoyadas por aviones de guerra, mataron al menos a 30 militantes de Al Qaeda este jueves y una fuente de seguridad agregó que las operaciones habían frustrado una serie de ataques suicidas con bomba.

De acuerdo a un sitio electrónico del gobierno, las fuerzas yemeníes impactaron a varios blancos de Al Qaeda, incluyendo un centro de entrenamiento en la sureña provincia de Abyan. Esto llevó a la muerte de entre 24 y 30 militantes, incluyendo a extranjeros, pero no precisó sus nacionalidades.

La fuente de seguridad dijo que en total las fuerzas de seguridad mataron a 34 milicianos de Al Qaeda y arrestaron a otros 17 en Abyan y en el distrito de Arhab, al norte de la capital Saná.

"La operación llevó a desbaratar un plan de Al Qaeda que buscaba atacar intereses locales y extranjeros, además de escuelas, e incluía a ocho atacantes suicidas con bomba que preparaban cinturones explosivos para llevar adelante el plan", dijo la fuente.

Un sitio electrónico de oposición citó fuentes en Abyan diciendo que 53 personas murieron en el ataque, incluyendo habitantes y líderes de Al Qaeda, pero que la mayoría de las víctimas fueron mujeres y niños.

El Presidente estadounidense, Barack Obama, llamó a su par yemení, Ali Abdullah Saleh, diciendo que la operación "confirma la resolución de Yemen en confrontar el peligro del terrorismo representado por Al Qaeda para Yemen y el mundo", dijo la agencia estatal de noticias Saba.

Obama dijo que Washington entendía la preocupación de Saná sobre una rebelión en el norte, y apoyaba la unidad de Yemen, señaló Saba.

Además de combatir militantes de Al Qaeda, Yemen, el país más pobre del mundo árabe, enfrenta una rebelión chiíta en el norte y disturbios separatistas en el sur.

Yemen se unió a la guerra anti-terrorista de Washington tras los ataques del 11 de septiembre del 2001 contra ciudades estadounidenses.
En 2002, un misil estadounidense lanzado en Yemen cobró la vida de un militante sospechoso de planear el ataque suicida con bombas del 2000 en el buque de guerra estadounidense Cole, donde murieron 17 marinos estadounidenses.

Analistas sostienen que esos conflictos, junto con una disminución de los ingresos provenientes del petróleo, escasez de agua y una crisis humanitaria, suman inestabilidad en una región que incluye a la superpotencia exportadora de petróleo Arabia Saudita y a una de las rutas de transporte más frecuentadas.

Arabia Saudita, el mayor exportador de petróleo del mundo, teme que la creciente inestabilidad en su vecino se pueda transformar en una gran amenaza al reino al permitir que Al Qaeda consiga afianzarse más fuertemente en Yemen.