La residencia del Presidente yemení en Adén está situada junto al cráter de un volcán inactivo. Allí se trasladó hace casi un mes Abed Rabo Mansur Hadi, luego de que los rebeldes lo retuvieran por semanas en la capital, Saná. Pero ahora lo persiguen hasta Adén.
En la mañana de ayer, los rebeldes chiitas hutíes llegaron a 50 km de esta importante ciudad portuaria, conquistaron una base aérea que también empleaba el Ejército estadounidense y tomaron como rehén al ministro de Defensa. En la tarde un avión de combate lanzó misiles contra la residencia de Hadi, según el portal "Aden al Ghad". Con el mar a su espalda y sin escapatoria terrestre, Hadi se hallaba atrapado.
El martes, el jefe de Estado pidió en una carta abierta a la ONU una intervención militar. Desde hace meses los hutíes avanzan en el país y ahora parece que lo tienen bajo su control. Hace tiempo que los adversarios más peligrosos de los hutíes ya no son los soldados del Ejército de Yemen, sino las milicias yihadistas en el país. La amenaza de un sangriento conflicto civil al estilo de Irak se cierne sobre la nación árabe.
La hutíes son un clan chiita del norte de Yemen. Como seguidores del zaidismo constituyen una minoría entre los chiitas, pero también en Yemen, de población mayoritariamente sunita. Su nombre se lo deben a Hussein Al Huthi, que formó un movimiento político. Al Huthi se sirvió del resentimiento antiestadounidense para iniciar una revuelta contra el presidente Ali Abdulá Saleh, respaldado por EE.UU. La revuelta se reprimió derramando mucha sangre y a Husein Al Huthi lo mataron. Pero ahora los rebeldes han regresado bajo el mando del Abdel-Malek, hermano de Husein, y según los analistas cuentan con la ayuda del que fuera su enemigo, el ex presidente Saleh. Hombres leales al ex mandatario apoyan económica y militarmente a los insurgentes, que en el pasado no contaban con recursos, según apuntan observadores en este país.
Presidente por más de 30 años, Saleh se vio obligado a dejar el cargo en 2012 tras las multitudinarias protestas en el marco de la Primavera Arabe. Su segundo, Hadi, asumió como Presidente y comenzó un diálogo nacional, en el que se incluyó a los hutíes.
Pero a mediados de 2014 los rebeldes avanzaron hasta Saná, con hasta 30.000 efectivos. Los insurgentes ocuparon los edificios de la administración y obligaron a que se reformara el gobierno.
Anoche, la petición del Presidente yemení encontró eco en aviones saudíes que bombardearon varias posiciones militares de los rebeldes hutíes para intentar frenar su avance hacia Adén. La acción fue confirmada por Arabia Saudí, que advirtió en el avance rebelde "una amenaza a la paz internacional".