Yipsi Moreno (36) es la lanzadora de martillo más grande de la historia de Cuba. Dueña de un oro olímpico en Beijing 2008 y de tres títulos mundiales, la exatleta está en el país, en el marco de un convenio entre el Mindep y Cuba. En una visita a la pista atlética del Estadio Nacional, atiende a La Tercera.
¿Cuál es el propósito de su visita al país?
Me invitó el ministro del Deporte por un convenio de acercamiento deportivo entre Cuba y Chile, en el cual tuve el honor ser seleccionada para participar. Y aprovechando este marco, tendré el placer de estar con escuelas e ir a la final escolar en Temuco. Ahí veré el centro de lanzamiento, en una zona que es donde el martillo tiene más desarrollo, Y podré transmitirles mis experiencias a la nueva generación.
¿Qué conoce del atletismo chileno?
Del lanzamiento, soy muy amiga de Natalia (Duco). Su entrenadora, Dulce, es una de las glorias deportivas de mi país, a quien admiramos y respetamos mucho. Hay otras atletas que van a hacer bases de entrenamiento en Cuba. Nos ayudamos, hemos compartido con todas. Y creo que en Chile el atletismo ha tenido un buen desarrollo y considero que el convenio también va a aportar la base que hace falta para fomentar el deporte. Además, pienso que es saludable que toda aquella gloria del deporte mundial pueda dejar su granito.
Usted se transformó en campeona olímpica ocho años después de haber competido. ¿Cómo lo tomó?
Lo que está para ti es tuyo. Más vale tarde que nunca, yo estoy feliz porque para cualquier atleta, ser campeón olímpico es la mayor recompensa que puede tener a su sacrificio en el deporte. Un poco triste, porque en el momento acababa de perder a mi papá, que era uno de mis fans favoritos y creo que hubiese disfrutado viéndome parada en el podio. No el de la plata, sino que en el oro y escuchando mi himno nacional. Es un daño que no se repara con nada. Incluso para esas personas que estuvieron en el estadio y fueron a ver en vivo al campeón olímpico: perdiste y no te conocieron. Muchos de los que estuvieron ese día ya se olvidaron y la repercusión no es igual. Pero sí estoy muy agradecida de la vida, porque peor era no haberme ido con la recompensa de ser campeona olímpica.
Imagino que piensa lo peor del dopaje.
Pienso lo peor, aunque también creo que es una pena. Afecta más la persona que lo hace que el daño que me puedan hacer a mí. Lo que sí pienso es que si se sanciona, que se sancione de por vida para limpiar más a fondo. Porque creo que una persona cuando ingiere un medicamento no bota la sustancia en seis meses, pero además la capacidad que adquiere nadie se la puede quitar. O que a la primera oportunidad se sancione por dos años y luego sea definitivo.
¿Cuál es el atleta más grande de la historia de Cuba?
Yo le puedo decir un ídolo que haya tenido. De mi generación, Iván Pedroso, Javier Sotomayor, Anier García… Fueron los paradigmas para guiarme. En Cuba es muy difícil sacar al atleta más grande de la historia. Pero tenemos uno, el comandante en jefe Fidel Castro, porque gracias a él tenemos todos los campeones. Creo que él se lleva el título del gran atleta.