Los efectos positivos del yoga son conocidos: potencia el sistema inmune, reduce el estrés y actúa en el cerebro tan eficazmente como un antidepresivo. Pero su práctica al aire libre es aún mejor. Diversos estudios han mostrado cómo el contacto con la naturaleza es más eficaz que los espacios cerrados para mejorar el humor y el ánimo. Por eso no es extraño que, durante estos meses, varias escuelas de yoga lleven sus clases a playas, parques y lagos, pensando en los veraneantes.
En Playa Brava (en Iquique) y Los Marineros (Viña del Mar) reciben cada vez o veces por semana a más de 40 personas dispuestas a tomar una clase de yoga de una hora, en promedio, sin inscripción ni pago. "Partimos en enero y vamos a estar todo el verano. Este es el segundo año que estamos haciendo clases. La gente es muy motivada y agradecida y hay buena convocatoria. Llegan normalmente entre 25 y 45 personas", dice Klaudio Maturana, instructor de Yoga Park en la playa Los Marineros.
El objetivo de estas clases gratuitas es que personas que no pueden acceder a clases de esta disciplina se beneficien física y mentalmente de ella durante sus vacaciones, dice Roberto Pacha, instructor de yoga de la Escuela Iyengar, en Iquique.
No son los únicos con esta oferta. Susana Gatica, coordinadora de la escuela Yoga Clásico, de Santiago, realiza los últimos domingos de cada mes, a las 10.00 de la mañana, clases de yoga gratis en la playa Chépica de El Tabo. Mientras que Senda, de la Región de Coquimbo, tiene programas dos sesiones de yoga para el día 6 de Febrero, enla PlayaSocos de Tongoy y el día 15 de Febrero enla PlayaLa Herradura, como parte de su programa de prevención de verano, según informa el Facebook de la entidad.
También en la capital
En Santiago, en el Cajón del Maipo, Eco Wellness Chile ofrece un programa por $ 18 mil para hacer yoga-trekking, un circuito que comienza con un recorrido por la precordillera andina central y que culmina con una clase de esta disciplina al aire libre. Las salidas se realizan una vez al mes e incluyen transporte, guía y alimentación. "El impacto de hacerlo en la naturaleza es el doble", cuenta Alicia Barahona (38), quien hace un mes tomó el programa por la posibilidad de practicar esta disciplina en la precordillera. "Llegar y tener este relajo, en un cerro, es espectacular", dice.
Durante febrero, Eco Willness Chile impartirá clases gratis de pilates en el Parque O'Higgins, para quienes se queden en la capital. Sólo hay que llevar una colchoneta (martes, desde 10 horas, sector suroriente).
Tal es el éxito de esta disciplina en Chile, que durante los días 15, 16 y 17 de febrero se realizará el primer festival de yoga al aire libre: el Wanderlust fest Chile, en las Termas de Chillán.
Andrés Sanhueza, uno de los socios que trajo el festival a Chile, dice que la gracia del evento es que mezcla esta disciplina con música, actividades outdoor y contacto con la naturaleza. Los precios van desde los 50 mil pesos el día, a 192 mil el fin de semana completo..
En la Región de Los Lagos, el Centro de Yoga y Spa Anandaji aprovecha el verano para hacer clases en la cordillera o frente al lago Rupanco. "La naturaleza es una gran aliada. Es lejos la mejor medicina", dice Maturana.