"Escuche el sonido de la Tierra girando", "encienda un fósforo y vigílelo hasta que se consuma", "mire el sol hasta que se ponga cuadrado". Estas son algunas de las "instrucciones" al público con las que la artista japonesa Yoko Ono revolucionó el Malba el año pasado. La pionera del arte conceptual tuvo allí su primera retrospectiva en Latinoamérica, exhibiendo obras emblemáticas, además de nuevas creaciones. La muestra que recibió cerca de 200 mil visitas llegará íntegra a Chile en junio próximo al CA660, gracias a la gestión de Fundación CorpArtes, que ayer anunció su programación 2017. La muestra de Ono será uno de los platos internacionales fuertes del año, de una cartelera que equilibra espectáculos de danza, teatro, música y de arte nacional y extranjero. Además del cine, con el ya tradicional Festival Sanfic, que irá del 20 al 26 de agosto, con más de 100 películas.

"Estamos celebrando los 15 años de vida de la fundación. Hace sólo un mes que me uní a este proyecto, pero me emociona lo que se viene y espero aportar para que muchas más personas puedan acceder a la cultura", señaló Francisca Florenzano, la nueva directora ejecutiva de CorpArtes.

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La sala de artes visuales -que por estos días exhibe la obra fotográfica de Jorge Brantmayer y Marcelo Montecino- seguirá apostando por el trabajo de artistas nacionales. Entre marzo y mayo, albergará la obra del Premio Nacional de Arte 2009, Federico Assler, con una muestra que recreará su taller Roca Negra del Cajón del Maipo. Será una especie de viaje por el proceso creativo y las técnicas del escultor de 87 años, junto con la exhibición de grandes obras de hormigón, su material estrella. Otro cultor de la técnica, esta vez la pintura, es el chileno radicado en Nueva York, Jorge Tacla, quien a fines de año exhibirá su "poética de la destrucción" a través de 33 obras de gran formato.

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A mitad de año, entre junio y octubre, será el turno de la viuda de John Lennon, quien se espera asista a la inauguración. De todas formas, entre sus obras interactivas se cuenta la instalación de un teléfono al que la fundadora del Grupo Fluxus llamará en diferentes ocasiones de la muestra para hablar con quien coja el auricular. También se abrirá una convocatoria para una de sus obras más políticas, contra el femicidio: mujeres chilenas anónimas podrán enviar sus testimonios de agresión junto con una fotografía de sus ojos, las que serán colgadas en la muestra.

Si en 2016 la visita del director Zubin Mehta y la Filarmónica de Israel se transformó en uno de los hitos de la programación musical de CorpArtes, este año otro músico israelí, quien ha compartido escenario con Mehta, será uno de los puntos altos del año: el violinista Pinchas Zukerman se presentará el 10 de agosto junto a la Orquesta Sinfónica de Chile. El mes antes será el debut de la Orquesta de Cámara de Postdam, con 15 años de trayectoria y una premiada discografía. Su director, Trevor Pinnock, presentará un programa clásico dedicado a Mozart y Haydn, sumado a la intervención de uno de los mejores flautistas del mundo, Emmanuel Pahud.

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En tanto, el 28 de junio, aterriza la Orquesta Filarmonía de Praga, una de las más prestigiosas de su país, junto al violinista ruso Vadim Repin. La primera en levantar la batuta, eso sí, será la Orquesta Filarmónica Checa del Norte, el 17 de abril, quienes harán un concierto en homenaje a los 120 años de la muerte del compositor alemán Johannes Brahms. Mientras que el broche de oro será sin duda la visita del actor John Malkovich, quien ya estuvo en 2014 con The Infernal Comedy y que en esta oportunidad trae un innovador espectáculo que cruza música clásica y lecturas de textos de Ernesto Sábato y Pablo Neruda. Se presenta el 21 de octubre junto a la Sinfónica de Chile. En cuanto a la difusión de la música local, la Fundación de Orquestas

Juveniles tendrá dos funciones el 18 de octubre y 21 de noviembre, dirigidas por el destacado violinista israelí Shlomo Mintz y por el maestro Juan Pablo Izquierdo.

Conejos y clásicos en las tablas

La crítica lo ha etiquetado como un "experimento en escena", y esta temporada, tras su doble estreno en 2011, en los festivales de Edimburgo y Summerworks, pondrá a prueba a los espectadores chilenos por primera vez. También a sus intérpretes. El 22 de marzo, el CA660 revelará una de sus principales cartas teatrales del año, cuando debute Conejo blanco, conejo rojo, del dramaturgo iraní Nassim Soleimanpour (1981). Sobre un escenario desnudo, sin ensayos ni dirección, un solo actor (uno distinto en cada función) se enfrenta a un texto desconocido y envuelto en un sobre: "No googleees esta obra. Prepárate para personificar a 'xxx'. Una vez que hayas comenzado, debes terminar sin importar lo que suceda", se lee en las indicaciones de su autor.

Traducido a más de 20 idiomas, el trabajo de Soleimanpour se presentará cada miércoles, ante no más de 60 personas, en la pequeña sala donde se conserva una obra del artista chileno Roberto Matta. Alfredo Castro, Paz Bascuñán, Néstor Cantillana, Ignacia Allamand, Antonia Zegers y Claudia Di Girolamo, son algunos de los actores que ya tomaron el desafío de enfrentarse al experimento del autor iraní, coproducido por CorpArtes y The Cow Company.

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Contemporáneos, aunque distantes el uno del otro, el noruego Henrik Ibsen (1828-1906) y el ruso Antón Chéjov (1860-1904) gozan de irreprochable inmortalidad en la historia de la dramaturgia universal. Dos de sus obras, bajo la mirada de Pablo Halpern y Alvaro Viguera, respectivamente, llegarán al mismo escenario esta temporada. Primero, del 3 al 21 de mayo, lo hará La casa de Rosmer, un drama de tintes políticos y amorosos, ambientado en la segunda mitad del siglo XIX. La historia recae en Johannes Rosmer (Nicolás Pavez), un hombre que carga con una vida miserable junto a su mujer, Beata, quien termina suicidándose. Será una amiga de la pareja, Rebecca West, quien además vive en la casa de ambos, quien será el paño de lágrimas del viudo Rosmer, replanteando además sus ideas políticas y sociales. El elenco lo completan Adriana Stuven, Tito Bustamante, Norma Norma Ortiz, Hugo Medina y Rodolfo Pulgar.

Después de Happy end, Alvaro Viguera y La Santa Producciones vuelven a revisar un clásico del teatro, como lo es Tío Vania, de Chéjov. Estrenada en 1899 por Stanislavski, la versión que llegará el 28 de septiembre al CA660, adaptada por Rafael Gumucio, retrata la monótona vida de una familia de campo en la Rusia de fines del siglo XIX, y en la que resalta la cabeza de Vania (Marcelo Alonso), un hombre condenado al fracaso. Antonia Santa María, Sergio Hernández, Gloria Münchmeyer y Elisa Zulueta, entre otros, dan vida a "la comedia más divertida de Chéjov y su drama más despiadado", según Gumucio.

La danza, por su parte, se sumará a los festejos del centenario de Violeta Parra con Violeta, espectáculo creado y dirigido por Elizabeth Rodríguez, de Balmaceda Arte Joven, que en junio próximo estrenará una revisión a la obra visual de la artista y cantautora chilena a través del movimiento. En las alturas, en tanto, pende el cuerpo de una bella mujer, hasta que una gigantesca criatura acaba con su letargo. La imagen es una de las principales escenas de Murmullos, la interdisciplinaria propuesta de Victoria Thierrée Chaplin protagonizada por Aurelia Thierrée, hija y nieta respectivamente del mítico actor y director de cine. Como en la historia de King Kong, un romance turbulento y el caos colectivo en una ciudad invadida por rascacielos, articulan el montaje que el 16 y 17 de noviembre combinará teatro, danza e ilusionismo. También, y a todas luces, uno de los imperdibles de la temporada.