YouTube planea lanzar una aplicación para dispositivos móviles que sólo mostrará videos adecuados para niños pequeños, con el fin de ayudar a los padres a controlar lo que ven sus hijos en internet.
La aplicación YouTube para Niños, que saldrá al mercado el lunes para dispositivos con sistema operativo Android, presenta miles de canales enfocados a niños que proporcionan tanto entretenimiento como educación. El contenido está dirigido mayormente a niños de 2 a 8 años de edad. Los videos son seleccionados por algoritmos computarizados y revisión humana.
Aunque en sus políticas no se permite la inclusión de videos pornográficos u otros que contengan desnudez, en el sitio está disponible una gama amplia de material violento y obsceno.
Esto motivó que muchos padres solicitaran a YouTube una versión "familiar" de su servicio, dijo Shimrit Ben-Yair, un gerente de producto para la aplicación destinada a los niños.
El concepto es similar a una sección para niños que estableció Netflix hace más de tres años en su servicio de suscripción a videos por internet.
Además de excluir videos inapropiados, la aplicación YouTube para Niños rechazará proporcionar resultados a búsquedas con la palabra "sex", por ejemplo que son inapropiadas para audiencias de esa edad. La aplicación además proporciona controles que, entre otras cosas, permiten a los padres determinar cuánto tiempo pueden sus hijos mirar videos en una sesión.
YouTube seguirá mostrando anuncios en algunos de los videos en la nueva aplicación para canalizar más ingresos a Google. Los comerciales serán adecuados para niños y no aparecerán más frecuentemente de lo que lo hacen en la aplicación de YouTube sin filtros, señaló Ben-Yair.
Inicialmente, YouTube sólo está presentando la aplicación para niños para usuarios estadounidenses de smartphones y tabletas que operan con Android, el sistema operativo fabricado por Google Inc., propietario de YouTube. En próximos meses podría aparecer una versión compatible con iPhone y iPad de Apple Inc.
La aplicación está siendo avalada por Common Sense Media, un grupo con sede en San Francisco dedicado a proteger a los niños de contenidos para adultos.