En julio, José Yuraszeck cumplirá cinco años desde su ingreso como socio y gerente general de Viña Undurraga. Y desde que arribó a la compañía encabezó un profundo proceso de cambios. En 2006 tenían 900 hectáreas en producción y hoy cuentan con 1.850. De exportar US$24 millones crecieron a US$41 millones y hoy la firma pasó de ser una viña a reestructurarse como el holding Grupo Vinos del Pacífico, que reúne a las viñas Undurraga, Bodega Volcanes de Chile y Talagante International Brands (TIB).
Yuraszeck dejó la gerencia general de Undurraga para convertirse en el vicepresidente ejecutivo y liderar la labor estratégica del grupo de viñas, cuyo principal objetivo es cumplir el plan al 2015 que implica doblar las exportaciones hasta los US$ 80 millones, pasando del actual millón de cajas exportadas a los dos millones. Además, en junio debería estar tomada la decisión de abrir una oficina comercial en Shanghai y en noviembre la firma dejará las oficinas ubicadas en el edificio Millenium en Vitacura y se trasladará a Santa Ana de Talagante, donde hoy están en proceso de construcción las nuevas oficinas, cuya inversión es de $ 1.200 millones.
"La compañía pasó de ser una viña muy tradicional, muy de seguir haciendo lo que siempre había hecho, a ser moderna e innovadora", dice el empresario, que, además, es accionista de Azul Azul, concesionaria del club de fútbol Universidad de Chile y que cuenta con inversiones en el rubro inmobiliario.
¿Por qué se decidió a convertir a la viña en un holding?
La transformación en holding representa un cambio de fondo en el desarrollo de nuestra empresa. Undurraga seguirá siendo el buque insignia de la compañía. El cambio fue un proceso de varias etapas. La primera netamente enológica y que comenzamos con el proyecto Bodega Volcanes de Chile hace tres años; lentamente, empezamos a traspasarle campos que eran exclusivos de Undurraga y hoy cuenta con 70 hectáreas, y la idea es orientarla a los vinos premium. A medida que este proceso avanzaba nos dimos cuenta que la estructura que teníamos no iba a funcionar bien, porque si habíamos hecho una separación enológica y de campos, también teníamos que crear equipos de ventas distintos.
Pasó de la gerencia general a la vicepresidencia ejecutiva. ¿Qué significa ese cambio?
Decidimos darle a cada viña una identidad, equipos gerenciales y enológicos independientes. Es por esa razón que Ernesto Müller llegó a la gerencia de Undurraga, él es quien dirige la empresa y quien está en el día a día. Yo, como vicepresidente ejecutivo, me concentraré en la parte estratégica del holding.
¿Este cambio requiere mayor inversión?
No, en los últimos cinco años hemos invertido US$42 millones en tierras y bodegas, más que duplicamos las hectáreas plantadas y por ahora estamos esperando que esos campos empiecen a producir, algunos ya lo están haciendo. Estamos buscando nuevos campos, pero lo vamos a tomar con calma.
¿Cuál es el foco de Talagante International Brands?
La creación de TIB obedece a la necesidad de abordar nuevos mercados con otras marcas distintas de las tradicionales de Undurraga y de esa forma mejorar nuestra cadena de distribución. Los vinos de TIB son reserva y varietales.
ABIERTO A ADQUISICIONES
Hoy cuentan con 1.850 hectáreas. ¿A cuánto deberían llegar para sostener el crecimiento?
El límite superior nunca está definido, nuestros crecimientos hasta ahora han sido muy fuertes. El año pasado crecimos 20% en exportaciones y 22% en el mercado nacional, y tenemos contemplado crecer este año otra vez un 20% en los envíos al mercado internacional y otra vez 20% localmente. En la medida en que van creciendo las ventas, las necesidades de tierra crecen y compraremos en el evento que sea necesario. ¿Hasta cuándo? Eso no lo puedo saber hoy, pero la compañía ha cambiado, hoy es otra, y ha crecido mucho y está la voluntad de los accionistas de seguir creciendo.
¿Está contemplado crecer por la vía de adquirir otras viñas?
No está descartado, si hay oportunidades las vamos a estudiar.
¿Y crear otras viñas?
Todo está abierto: se pueden crear, se pueden comprar, todo depende de las necesidades y de las oportunidades.
¿Este año comprarán más tierras?
Sí, aunque probablemente este año no vamos a crecer al ritmo de 200 hectáreas a 300 hectáreas que era lo que veníamos haciendo. Tal vez compremos tierras y las plantemos al año siguiente, porque el tipo de cambio no está acompañando a la industria en general.
¿Recibe muchas ofertas para comprar viñas?
Sí, llegan bastantes ofertas, pero esta es una industria bien particular, en la que hay viñas en que año a año pierden dinero, pero cuando están a la venta su precio es como si hubiesen ganado siempre. Nosotros nos hemos ido por el camino largo: comprar tierras y plantarlas.
APUESTA POR ESPUMOSOS
¿Cómo han enfrentado el tipo de cambio bajo?
Esas fluctuaciones confirman nuestra estrategia de los últimos años de enfocarnos en vinos de alta calidad y, por lo tanto, de mayor valor. En cinco años pasamos de un promedio de US$22 por caja a US$ 30 por caja. La meta para este año es llegar a US$32 por caja y en los cinco próximos años es llegar a US$40 por caja.
¿En qué consiste el plan al 2015?
Nuestro plan es duplicar las exportaciones y llegar a los dos millones de cajas al año 2015. El año pasado exportamos un millón de cajas. Es parte de la estrategia que hemos venido desarrollando: hace cinco años la viña, entre exportaciones y mercado nacional, vendía 750 mil cajas y el año pasado vendimos 1,3 millón de cajas. También significa invertir en nuevos campos, nuevas bodegas y nuevos enólogos.
¿Cuántas bodegas tendrán?
Hasta ahora tenemos dos bodegas propias: Santa Ana de Talagante y Lontué, y una arrendada en Chimbarongo. Lo más probable es que la próxima bodega esté entre la zona de Colchagua y Talca. Necesitamos bodegas para cuatro millones de litros de vinificación dentro de los próximos cuatro años.
¿Sigue en pie la idea de convertirse en los principales productores de espumosos del país?
Por supuesto. Eso significa tener espumosos de alta calidad y esa etapa ya está lograda. La segunda etapa es ser capaces de exportar espumosos en forma relevante y eso también ya lo estamos consiguiendo. El año pasado hicimos envíos por más de 60 mil cajas, principalmente a Inglaterra, China, Indonesia, Venezuela, Colombia y Canadá. El año pasado las ventas crecieron más de 30% y esperamos un crecimiento de ese mismo nivel para 2011.
Acabamos de lanzar Titillum, una línea de espumoso de muy alta gama, y para llegar a esto hace tres años contratamos a Phillipe Couloun, que fue durante 28 años el enólogo jefe de Moët Chandon, una de las casas de champañas más importantes del mundo. Con él, junto a Hernán Amenábar, nuestro enólogo jefe, partimos desde cero viendo el campo, eligiendo las cepas, valles, etc., porque queríamos hacer algo muy sofisticado y lo hicimos.