Jonathan Zacaría sólo quería ponerse la camiseta de Universidad de Chile. En su mente no estaba planificado retornar a Quilmes, club dueño de su pase. Más aún cuando ya tenía todo acordado para sumarse al equipo de Sebastián Beccacece.

Ayer, sin embargo, todo se complicó. A primera hora, en Azul Azul se encargaron de informar de que el fichaje del argentino no se realizaría por problemas administrativos. Las constantes trabas que puso Quilmes, entre las que incluía pagar el dinero antes de recibir el pase del jugador, terminaron de quebrar la relación. "El tema es una situación entre los clubes de quién cancela el 15% que le pertenece al jugador. Son apenas US$ 35 mil que los separan", aclaraba Rodrigo Bilariño, representante del jugador.

Las horas posteriores fueron decisivas. Desde el hotel Intercontinental, donde el jugador esperaba firmar su vínculo contractual, comenzaron las llamadas hacia el equipo cervecero. "No me sorprende. Quilmes ya me la ha hecho dos veces. Esperemos que todo se solucione rápido. Se está trabajando en eso, ya que lo único que quiero es jugar en la U", señaló el propio Zacaría a La Tercera.

Por su parte, Luis Andreuchi, presidente de Quilmes, reconocía que volvían a conversar entre ambos clubes. "Me dijeron que no podía hablar. Estamos haciendo los últimos esfuerzos, pero esto es un problema del representante del jugador", señalaba.

Finalmente, para destrabar el conflicto, el jugador prescindió del dinero. No hará uso de los US$ 35 mil dólares que estaban complicando la transacción. ¿Tuvo que renunciar a su porcentaje de fichaje? "Sí, lo hizo. Por jugar en la U hacía lo que fuera necesario. Falta sólo la firma, pero será de la U", cuenta Ignacio Bilariño, también agente del futbolista.

Zacaría ya es de la U. Beccacece puede respirar tranquilo.