Zannini, el hombre encargado de cuidar el legado K
El operador político de Cristina Fernández fue nombrado como candidato a Vicepresidente de Daniel Scioli, de cara a las primarias del 9 de agosto y más que probablemente a las elecciones de octubre.<br>

“Hablé con él y me dijo que era un orgullo acompañar al vicepresidente de Néstor Kirchner". El precandidato oficialista a la Presidencia argentina, Daniel Scioli, pronunciaba estas palabras para confirmar que será Carlos Zannini, el hombre más cercano a Cristina Fernández de Kirchner (junto a su hijo Máximo), su compañero de fórmula de cara a las primarias del 9 de agosto y más que probablemente en los comicios de octubre. La frase de Scioli, actual gobernador de la provincia de Buenos Aires, es un claro guiño a los sectores más puros del kirchnerismo para destacar que él fue entonces el compañero de fórmula y luego vicepresidente del ex gobernante fallecido en 2010.
Pero la postulación de Zannini, nombrado como candidato a vice por la propia Presidenta Fernández (algo que había quedado estipulado por los dos abanderados en carrera del oficialismo; el otro es el ministro del Interior y Transporte Florencio Randazzo) era interpretada como una apuesta de la mandataria de poner a uno de sus más fieles asesores y su más encumbrado operador político para que, en caso de ganar la Casa Rosada, Scioli no rompa con el pasado y se salga del camino determinado en los último años.
Zannini es el funcionario que más tiempo lleva en el círculo de hierro del poder kirchnerista. Desde el comienzo, mucho antes de 2003. Y se transformó en uno fundamental como secretario de Legal y Técnica de la Presidencia argentina desde el primer día del gobierno de Néstor Kirchner, cargo que aún conserva.
Hasta ahora sus grandes fortalezas han sido conjugar un muy bajo perfil y la capacidad para haber interpretado las decisiones políticas de Néstor y Cristina Kirchner y traducirlas en decretos, resoluciones y proyectos de ley. Son obras de su creación la estatización de AFJP (los fondos de jubilaciones y pensiones), la lucha por el uso de las reservas del Banco Central, una reforma electoral, la composición de las listas parlamentarias oficialistas y el polémico plan Fútbol para Todos, que puso en manos de la televisión pública la transmisión del fútbol transandino.
Aunque nació en la provincia de Córdoba en 1954, su carrera política la inició en Santa Cruz de la mano de Néstor Kirchner. Eso sí, antes, en los 70, fue militante del grupo maoísta Vanguardia Comunista y pasó cuatro años preso en La Plata durante el régimen militar. Estudió Leyes, y con el regreso a la democracia emigró a Río Gallegos, la capital santacruceña. Ahí conoció a Kirchner, y en 1987 asumió como secretario de gobierno municipal de Río Gallegos. En 1991, cuando el futuro presidente fue elegido gobernador, Zannini fue designado ministro de gobierno provincial.
Siempre asociado a Kirchner, “El Chino” Zannini (apodo asociado a su pasado político) fue legislador local, jefe de los diputados provinciales y presidente del Superior Tribunal de Justicia de Santa Cruz. El 25 de mayo de 2003 asumió como secretario legal y técnico de la Presidencia de Kirchner, cargo en el que fue confirmado por Cristina Fernández en 2007 y en 2011. Y su rol no hizo más que crecer con la muerte del ex presidente, en 2010.
En todo caso sus funciones no se han limitado al trabajo en la Casa Rosada. Es considerado el ideólogo de dos de los grupos juveniles kirchneristas: La Cámpora (fundado por Máximo Kirchner) y Unidos y Organizados.
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