El presidente de Pakistán, Asif Ali Zardari, llamó a la calma a sus partidarios luego de la anulación dispuesta ayer por la justicia de una amnistía que lo protegía, en un clima de inestabilidad política y económica, además del embate talibán en ese país.
La Corte, cuyo presidente es Iftikhar Mohammad Chaudhry, en su momento símbolo de la lucha contra Pervez Musharraf, anuló la Orden de Reconciliación Nacional (NRO, por sus siglas en inglés), emitida por el ex presidente para permitir el regreso a la patria de Benazir Bhutto y su marido, Zardari, después de años de exilio.
La medida interesa a unas 8.000 personas, entre ellas el presidente y muchos sus consejeros.
En la primera reacción tras la medida de la corte, Zardari pidió a los miembros de su Partido Popular de Pakistán (PPP) "mantener los nervios firmes para prepararse a los difíciles próximos días de tensión política".
"Un duro enfrentamiento político no ayudará al país", agregó.
A la presión de Estados Unidos que reclama más compromiso contra los talibanes en la frontera con Afganistán, Pakistán debe afrontar el gasto financiero ligado al esfuerzo bélico que lo deja al borde de la bancarrota.