El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, calificó hoy de una "vergüenza" la decisión del Parlamento de su país de no restituirlo en el poder.
"Su resultado avergüenza a esta nación, históricamente serán juzgados", expresó Zelaya en alusión a la mayoría de los diputados que hoy ratificaron el decreto mediante el cual lo separaron oficialmente del poder el 28 de junio, tras haber sido sacado de su residencia y expulsado del país por los militares.