El Presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, volvió a Nicaragua tras cruzar la línea fronteriza de su país y permanecer dos horas en territorio neutral, a la espera de dialogar con la jefatura del Ejército hondureño.
"He tenido tres llamadas de miembros asesores cercanos (al Estado Mayor de las Fuerzas Armadas) y están haciendo las comunicaciones con el fin de garantizar la paz", dijo el mandatario a los periodistas que lo acompañan en su regreso a Honduras.
El destituido gobernante explicó que no quiere ir a su país a provocar, para que los militares tengan que dispararle y que después no puedan resolver la crisis, que según dijo, "porque si me hacen daño o me asesinan no se va a poder solucionar y el problema se pondrá más grave".
"Yo estoy dispuesto a hacer el esfuerzo, arriesgarme y a ponerme en frente de los militares, no tengo temor, pero también tengo uso de razón y objetividad en mis acciones, vengo desarmado, sin chaleco ni salva vida", dijo Zelaya.
Tras permanecer en la zona neutral unas dos horas, el depuesto mandatario regresó al lado nicaragüense a esperar respuesta de los miembros del Estado Mayor del Ejército de Honduras, para dialogar.
Zelaya dijo que antes habló con otros militares de su país que se encuentran en la zona fronteriza y que espera que estos gestionen el diálogo con los jefes del Ejército de su país.
El derrocado gobernante llegó a la frontera con Honduras desde Managua, donde ayer, jueves, inicio el viaje y que hoy reanudó desde Estelí y Yalagüina, donde ofreció una rueda de prensa.
Durante el viaje, en un buen trayecto, Zelaya ha sido acompañado por el canciller venezolano, Nicolás Maduro, y por el ex guerrillero sandinista Edén Pastora, conocido como "Comandante Cero".
La llegada de Zelaya a la frontera con Honduras se produjo poco después de que el nuevo Gobierno de Honduras estableció hoy un nuevo toque de queda especial a partir de las 12.00 hora local (18.00 GMT) para sus fronteras con Nicaragua y El Salvador.
Antes de llegar a la frontera con Honduras, Zelaya dijo en Yalagüina que dispone de medios aéreos y terrestres para entrar "inmediatamente" a su país "con banderas blancas de la paz".
Explicó que tiene varias opciones para entrar en Honduras.
"Tenemos el derecho y deber moral de llegar hoy a Honduras y tengo diferentes aparatos aéreos y terrestres para entrar por cualquier de esas fronteras", reafirmó Zelaya en el cruce de carreteras cerca de Yalagüina.
Mientras Zelaya daba su rueda de prensa, diferentes personalidades, entre ellos los presidentes de Uruguay, Tabaré Vázquez, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, lo llamaron por teléfono para expresarle su apoyo para que sea restituido en su cargo, según dijo él mismo.
El derrocado mandatario volvió a pedir a sus seguidores que no se rindan ante la represión y a los soldados los llamó a que usen sus fusiles para defender al pueblo y no contra el pueblo.
"Atiendan mis instrucciones, porque sigo siendo el comandante en jefe del Ejército", insistió Zelaya.
"Son unos bárbaros, son unos tiranos, pero estamos dispuestos a sentar un precedente para que este golpe no se repita", respondió Zelaya cuando le preguntaron qué opinaba de la orden de los militares hondureños de modificar el toque de queda.
Expresó que no teme a esa medida, que consideraba nula por haber sido ordenada por un régimen golpista, y a sus seguidores les dijo que en caso de ser atacados con bombas lacrimógenas, que tomen estos artefactos y que se los devuelvan a los policías.
Las autoridades hondureñas, por su lado, han reiterado que si Zelaya entra a Honduras será detenido.