El depuesto Presidente de Honduras, Manuel Zelaya, advirtió hoy en Quito que la persistencia del golpe de Estado en su país supone un "descrédito" no solo para Estados Unidos sino para todos los pueblos de América.

A su llegada a Ecuador, invitado por el presidente Rafael Correa con motivo de su segunda investidura, que tendrá lugar mañana, Zelaya confió en que su retorno a Honduras sea "más temprano que tarde" para beneficio de la democracia y de toda América.

También para que los presidentes americanos "puedan dormir tranquilos pensando que el diálogo, la paz y la democracia son el sistema para resolver los problemas", dijo.

"Si es más tarde, cada día que pasa, la persistencia del golpe significa un descrédito no solo para Estados Unidos sino para todos los pueblos de América", alertó.

El depuesto presidente hondureño dijo que los "esfuerzos" de Estados Unidos ante la situación de su país "no son suficientes" y consideró que el presidente Barack Obama "deberá explicar por qué sus medidas son tibias contra el golpe de Estado".

Zelaya llegó poco antes de las 13.00 hora local a la base aérea Mariscal Sucre de Quito, donde le esperaba el vicecanciller ecuatoriano, Lautaro Pozo, y fue recibido con honores de jefe de Estado.

En sus declaraciones, el depuesto presidente hondureño elogió a Rafael Correa que a su juicio fue uno de los presidentes más "enfáticos" en la defensa del sistema democrático iberoamericano y destacó su "clara contundencia" al no reconocer ningún Estado de facto que nazca de golpes de Estado.

Según Zelaya, la invitación que recibió de Correa para estar estos días en Ecuador es en sí misma "una condena al golpe de Estado y el reconocimiento al único Gobierno legítimo que tiene Honduras".