La Presidenta Michelle Bachelet traspasó el mando de la presidencia pro témpore de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) a su homólogo de Ecuador, Rafael Correa, en el marco de la III reunión del organismo que se realizó esta mañana en Quito, Ecuador.

Durante su discurso, la Presidenta reiteró su condena al golpe de Estado en Honduras y la necesidad de que el depuesto Mandatario, Manuel Zelaya, sea restituido en el cargo. Esto, mientras Zelaya -quien era uno de los invitados a la cumbre de Presidentes- ingresaba al salón donde la Mandataria realizaba su alocución.

Bachelet, además, pidió apoyar la candidatura a la reelección en la secretaria general de la OEA, del ex ministro José Miguel Insulza.

En este sentido, la Presidenta sostuvo que es necesario "renovar nuestro apoyo, porque (Insulza) ha estado en pendiente trabajo para garantizar la posibilidad de la restitución del orden democrático y constitucional en Honduras".

La Jefa de Estado también realizó un recuento de los logros en el primer año de funcionamiento de Unasur, destacando la integración del Consejo de Salud Suramericano, que se reunió el pasado fin de semana en Quito para tratar, entre otros temas, los mecanismos para afrontar la pandemia de la influenza humana.

También recordó la creación del Consejo de Defensa Suramericano, que pretende generar una zona de paz, y el Consejo de Estructura y Planeamiento, el de Desarrollo Social Suramericano y el de Lucha contra el Narcotráfico.

La Presidenta apuntó que su balance es "sustantivo", pero aclaró que aún hay "enormes desafíos" para la región, en especial el político para lograr la consolidación de la democracia.