El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, dijo hoy que el régimen de facto de Roberto Micheletti le está creando una "bronca" al mundo, al no permitir que el país retorne a la democracia tras el golpe de Estado de junio.

"Micheletti está desafiando a la comunidad internacional, a la ONU, la OEA, la Unión Europea, está creándole una bronca al mundo", subrayó Zelaya a Efe en entrevista telefónica desde la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde permanece desde el 21 de septiembre pasado y exige su restitución en el poder.

"Micheletti me derrocó y ahora quiere derrocar a las Naciones Unidas y a la OEA al no acatar la exigencia de la comunidad internacional que exige la restitución de la democracia en Honduras", enfatizó Zelaya, quien hoy se reunió con sus representantes en la mesa de diálogo instalada la pasada semana.

El gobernante destituido también reiteró que tiene sus reservas en el diálogo, que comenzó el miércoles pasado con la participación de una misión de cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Tegucigalpa, para buscar una salida a la crisis política que vive Honduras.

Agregó que la salida a la crisis es su restitución en el poder, "aunque sea con limitaciones", pues no tendrá el respaldo de los demás poderes del Estado y otras instituciones.

El mensaje de la comunidad internacional con su restitución en el poder, según dijo el depuesto mandatario, "es que los golpes de Estado no se pueden permitir".

"Eso no lo avala la comunidad internacional, la solución de la crisis está en profundizar las reformas sociales de una democracia directa, participativa, para salir del atascadero jurídico que lo ocasiona el régimen que se ha establecido", expresó Zelaya.

Dijo que, aunque es "pesimista" con el diálogo, está dispuesto a firmar el Acuerdo de San José que auspicia el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, y a verse "cara a cara" con Micheletti, "si se restituye la democracia en el país y se pone al presidente que fue electo por el pueblo en 2005".

El pesimismo de Zelaya contrasta con el optimismo expresado hoy por Vilma Morales, ex presidenta de la Corte Suprema de Justicia y representante de Micheletti en el diálogo.

Morales dijo a periodistas que, pese al poco tiempo que lleva el diálogo, "han habido avances significativos" y que "este proceso tiene que sellarse".

"Todos los que estamos en esa mesa de diálogo queremos llegar a conclusiones", subrayó Morales, quien además considera que la salida a la crisis "está muy cerca".

"No marco fechas, no marco minutos ni segundos, pero creo yo que estamos muy cerca, la salida puede estar muy rápido y cerca de una puerta que nos una a todos", enfatizó Morales.

El pasado viernes, las comisiones de diálogo de ambas partes afirmaron que han avanzado en un 60 por ciento en las negociaciones, aunque no precisaron detalles.

En su opinión, "la unidad y el diálogo es lo que va a refundar" a Honduras, donde la crisis derivada del golpe de Estado ha polarizado a la sociedad.

Las diferencias entre quienes exigen la restitución de Zelaya y sus detractores han llegado al extremo de que muchas familias, amigos o compañeros de trabajo se han distanciado en el país

Zelaya fue detenido por los militares el 28 de junio pasado y enviado a Costa Rica, tras lo cual el Congreso nombró en su reemplazo a Micheletti, hasta entonces presidente del Legislativo y cuyo Gobierno no reconoce la comunidad internacional.

Desde entonces, Zelaya pasó 86 días en el exilio hasta que el 21 de septiembre llegó por sorpresa a la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde permanece con alrededor de otras 50 personas, entre ellas su esposa, Xiomara Castro.