El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, dijo hoy que la salida a la crisis política en su país no es buscar una tercera persona para que le sustituya en el cargo, sino respetar la soberanía popular.

"La salida al problema no es realmente buscar otra persona para que asuma el cargo, la salida al problema es respetar lo que el pueblo dice en las urnas, la soberanía popular", expresó Zelaya a Radio Globo, desde la embajada de Brasil en Tegucigalpa.

Las palabras de Zelaya se producen después de que la comisión de diálogo de Roberto Micheletti presentara hoy una contrapropuesta en la que vuelve a reiterar que el presidente de facto está dispuesto a dejar el poder en favor de una tercera persona si Zelaya desiste en su propósito de regresar al poder.

Esta oferta ha sido presentada varias veces desde el golpe de Estado del 28 de junio pasado y reiteradamente ha sido rechazada por el gobernante derrocado.

Zelaya se preguntó si en Honduras las elecciones se celebran "para que los militares se reúnan con los civiles y quitar los presidentes, para qué se hacen elecciones".

"Yo no tengo ninguna pretensión, como dicen ellos (el régimen de facto de Micheletti) más que cumplir con la responsabilidad del mandato que me dio el pueblo de gobernar el país cuatro años", enfatizó, Zelaya, cuyo periodo presidencial finaliza el 27 de enero de 2010.

Zelaya expresó que ahora en Honduras "hay un sólo poder del Estado y lo dirige el señor Micheletti, en forma arbitraria".

"Yo soy una salida a la crisis, no soy un problema", enfatizó Zelaya, quien además señaló que quiere "que el mundo sepa cuál es el conflicto que tiene Honduras".

En la propuesta presentada hoy, la delegación de Micheletti indica que esperará "todo el día" la respuesta de la otra parte, a pesar de que esta ya dio por finalizado el diálogo tras vencer a la medianoche pasada un ultimátum dado a las autoridades de facto para que aceptaran que el Congreso decida sobre la restitución de Zelaya.

Además, Zelaya acusó al presidente de facto de burlarse del proceso de diálogo para llegar a una solución a la crisis.

Manuel Zelaya fue detenido y expulsado del país por militares el pasado 28 de junio, y horas más tarde el Congreso nombró en su reemplazo a Micheletti, hasta entonces presidente del Legislativo y cuyo Gobierno no reconoce la comunidad internacional.

El depuesto presidente permanece en la embajada de Brasil desde el 21 de septiembre pasado, cuando regresó por sorpresa a su país después de 86 días de exilio.