El depuesto Presidente hondureño, Manuel Zelaya, que cumple hoy un mes fuera del poder y expulsado de su país, partió del municipio nicaragüense de Ocotal, cerca de la frontera con Honduras, hacia las montañas de este país para seguir organizando una "resistencia", informaron hoy sus colaboradores.

Zelaya, que pernoctó por cuarto día consecutivo en el hotel Frontera del municipio de Ocotal, cabecera departamental de Nueva Segovia, a 25 kilómetros de la frontera con Honduras y a 225 kilómetros al norte de Managua, se dirige hacia la comunidad Las Colinas, cerca del puesto fronterizo Las Manos, dijo hoy Elizabeth Sierra, portavoz del depuesto gobernante.

Zelaya inspeccionará ese lugar "camino" al puesto Las Manos, en el lado nicaragüense de la frontera, donde se encuentra un grupo de los seguidores del derrocado mandatario, agregó la fuente.

El depuesto presidente, que el viernes pasado intentó sin éxito entrar por segunda vez en su país, ratificó en la víspera que se mantendrá en "pie de lucha" y a la espera de su familia y de más seguidores que le acompañen en su retorno a Honduras para retomar el poder tras el golpe de Estado del 28 de junio pasado.

Zelaya ha dedicado los dos últimos días a visitar Ocotal y otras comunidades aledañas y a reunirse con sus simpatizantes, a quienes alienta a mantener una "resistencia pacífica" contra el golpe.

Un grupo de seguidores del depuesto jefe de Estado, que encabeza el dirigente Carlos Eduardo Reina, anunció ayer que espera "romper el cerco" en la frontera con Honduras para que Zelaya pueda reunirse en "pocas horas" con su familia.

Reina, dirigente del Frente Nacional contra el golpe de Estado, integrado por organizaciones sociales y miembros del Partido Liberal de Honduras, dijo que romperán ese cerco no con agresiones, sino con "la moral que tiene el pueblo hondureño".

En el puesto de Las Manos, Zelaya espera reunirse "en cualquier momento" con su esposa, Xiomara Castro, su hija, Hortensia Zelaya, y su madre, Hortensia Rosales, indicó el líder político hondureño.

En tanto, la oposición nicaragüense intensificó hoy sus acciones de rechazo a las actividades del depuesto presidente hondureño.

Por un lado, el líder liberal Eduardo Montealegre encabeza una delegación de la oposición de Nicaragua que viajó hoy a Honduras para reunirse con las nuevas autoridades de esa nación.

Montealegre, también líder del grupo parlamentario Bancada Democrática Nicaragüense (BDN), viajó a Tegucigalpa acompañado de otros cuatro diputados, entre ellos el presidente del Partido Liberal Independiente (PLI), Indalecio Rodríguez.

Otros cinco diputados nicaragüenses de la BDN viajaron hoy a Ocotal, norte de Nicaragua, para entregar una carta a Zelaya en la que repudian su presencia en ese país, al considerar que pone en peligro la paz con la "resistencia" que está organizando en la frontera norte para volver a Honduras.

Ese grupo parlamentario denunció, sin embargo, que en el municipio de Yalaguina, cerca de Ocotal, seguidores del mandatario nicaragüense, Daniel Ortega, ocuparon la carretera e impidieron la circulación de los diputados de oposición hacia el norte del país, por lo que se vieron obligados a regresar a Managua.

Zelaya fue depuesto en un golpe de Estado el 28 de junio pasado y el Parlamento hondureño designó para sustituirle a Roberto Micheletti, que hasta entonces era el titular del Legislativo.