El depuesto Presidente hondureño, Manuel Zelaya, continúa hoy en el municipio nicaragüense de Ocotal, a 25 kilómetros de la frontera con Honduras, organizando lo que él llama una "resistencia pacífica" para internar retornar a su país.
Zelaya pernoctó por tercer día seguido en el hotel Frontera del municipio de Ocotal, cabecera departamental de Nueva Segovia y a 225 kilómetros al norte de Managua, acompañado del canciller venezolano, Nicolás Maduro, sus colaboradores y un grupo de seguidores.
Los seguidores del derrocado mandatario, que acamparon en albergues improvisados montados en el parque o en un centro recreativo de esa ciudad, han comenzado a abordar autobuses para dirigirse al puesto de Las Manos, en la frontera entre Nicaragua y Honduras, según comprobó Efe.
Zelaya, que por segunda vez no logró entrar en su país el viernes pasado, reiteró en la víspera que se mantendrá en "pie de lucha", organizando la "resistencia pacífica" y a la espera de su familia y más seguidores con quienes intentará retornar a Honduras con el objeto de retomar el poder tras el golpe de Estado del 28 de junio pasado.
En el puesto de Las Manos, en el lado nicaragüense de la frontera, Zelaya esperará "en cualquier momento" a su esposa, Xiomara Castro, a su hija, Hortensia Zelaya, y a su madre, Hortensia Rosales, según dijo.
El derrocado mandatario pidió ayer a Estados Unidos y a los países de América Latina que se opongan "con fuerza" al nuevo Gobierno de su país, que preside Roberto Micheletti, para sacarlo del poder.
El lado hondureño fronterizo está vigilado por el Ejército y la Policía de Honduras, mientras que sus autoridades han reiterado que si Zelaya entra al país será detenido.
Zelaya fue depuesto por los militares el 28 de junio pasado y el Parlamento hondureño designó para sustituirle a Roberto Micheletti, que hasta entonces era el presidente del Legislativo.