Más de mil personas, principalmente jóvenes gitanos provenientes de 25 países de Europa, rindieron homenaje este sábado a los gitanos víctimas del genocidio nazi, en ocasión del 70º aniversario de la liquidación de "Zigeunerlager" en Auschwitz-Birkenau.
La noche el 2 al 3 de agosto 1944, unos tres mil gitanos, entre ellos un gran número de niños, fueron llevados a las cámaras de gas del campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, instalado por los nazis en el sur de Polonia.
Este lugar "simboliza todo el sufrimiento de los gitanos y de los sinti en la época nazi", afirmó Roman Kwiatkowski, jefe de la Asociación de Gitanos en Polonia, frente al memorial de las víctimas gitanas de Auschwitz.
"Nos reunimos aquí hoy en medio del dolor, a la memoria de las víctimas. Aquí, nos consolidamos como pueblo. No sólo en relación a nuestro pasado, pero también a nuestro futuro", declaró.
Un mensaje del presidente polaco Bronislaw Komorowski fue leído en esta ocasión del Día Internacional de Conmemoración del Genocidio de los Gitanos.
"Nuestro deber es recordar a las víctimas del Pharrajimos o del Genocidio de los Gitanos, pero también oponerse a cualquier forma de intolerancia hacia los gitanos y otros grupos étnicos, a cualquier forma de racismo y xenofobia", escribió el mandatario en su mensaje.
Después de los judíos, de los cuales casi un millón fueron exterminados en Auschwitz, y los polacos -80.000 perdieron la vida-, los gitanos constituyen el tercer grupo más importante deportado en ese campo de la muerte.
En total, unos 21.000 deportados gitanos, provenientes de 14 países de Europa, murieron. Según los historiadores, entre 220.000 a 500.000 gitanos fueron asesinados por el régimen nazi.
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, instó el viernes, durante una conmemoración de las víctimas gitanas, aprender de las lecciones del pasado y condenar el racismo aún vigente contra esta minoría.