La zona euro dio a entender que Grecia debe permanecer bajo una estrecha supervisión después de una salida anticipada de su programa de rescate, poniendo de relieve los riesgos políticos que corre el primer ministro Antonis Samaras en tanto busca evitar que se adelanten las elecciones.
Grecia probablemente necesite una línea de crédito preventiva apuntalada por condiciones de política "reforzadas" a partir de enero, le dijo a la prensa el ministro de Economía de Holanda, Jeroen Dijsselbloem.
También señaló que el Fondo Monetario Internacional, co-financista del rescate de 240.000 millones de euros (US$297.000 millones) de Grecia en conjunto con la zona euro, debería tener un papel en el futuro programa griego. El apoyo posterior sería financiado por medio del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), fondo de rescate permanente de la región euro.
"Teniendo en cuenta la confianza todavía frágil del mercado y los numerosos desafíos en materia de reformas que aún quedan por enfrentar, hay un fuerte apoyo a una línea de crédito preventiva bajo la forma de una herramienta existente del MEDE llamada Línea de Crédito de Condiciones Reforzadas (ECCL, por sus siglas en inglés)", agregó Dijsselbloem. "También existe amplio acuerdo en que el FMI debe continuar participando".
Como la parte europea del rescate de Grecia vencerá este año, Samaras quiere renunciar a los préstamos de emergencia del FMI el año que viene y en 2016 para relajar la supervisión de las políticas fiscales de Grecia. El rescate ofrecido a Grecia por la zona euro y el FMI desde 2010 estaba sujeto a impopulares recortes de presupuesto que profundizaron una recesión de seis años.
Quitarse los grilletes del programa de ayuda podría ayudar a concretar el objetivo de Samaras de evitar una elección anticipada en la que, según indican las encuestas, saldría ganador el principal partido opositor, Syriza. La popularidad de Samaras, líder del partido Nueva Democracia que gobierna en coalición con el socialista Pasok, se ha visto afectada por los ataques del titular de Syriza, Alexis Tsipras, a las condiciones de ajuste del rescate.
Samaras tiene hasta febrero para reunir una supermayoría en el parlamento nacional para elegir un nuevo presidente o Syriza obligará a que haya elecciones anticipadas. Las próximas elecciones generales de Grecia están previstas para 2016. Unos comicios anticipados volverían a colocar a los votantes griegos ante el dilema de 2012, cuando la pertenencia del país al bloque del euro pendió de un hilo, dijo la semana pasada el ministro de Reforma Administrativa de Grecia, Kyriakos Mitsotakis.
Incentivado por mejores finanzas públicas y un retorno a los mercados de bonos este año, el gobierno de Grecia aspira a seguir los pasos de Irlanda, España y Portugal y salir de los programas de ayuda, dejando a Chipre como la última víctima de un rescate. La magnitud del rescate griego -aproximadamente la mitad de todos los fondos de rescate comprometidos para los cinco países- y las persistentes dificultades para lograr que las autoridades de Atenas cumplieran con los términos hacen que la zona euro y el FMI sean reacios a dejar a Grecia en libertad.