Si para muchos viajeros subirse a un avión o a un tren ya es motivo de angustia, ésta muchas veces se ve acrecentada al ver que un pequeño será el compañero de viaje. Alaridos en mitad de la noche, patadas inesperadas o balbuceos incesantes... son algunas de las molestias que deben soportar los pasajeros, e incluso sus padres que no saben qué hacer para controlar a sus hijos durante el viaje.
Pero parece que la solución ya ha llegado. Según BBC Mundo, al menos eso es lo que creen ciertas líneas aéreas que han comenzado a habilitar en sus naves espacios "libres" de niños. La medida está lejos de no ser polémica, sin olvidar una serie de disposiciones logísticas no menores que deben asumirse.