Recorrer los senderos del Zoológico Nacional -ubicado en el Parque Metropolitano de Santiago (PMS)- no es una tarea fácil. Sus pendientes y recovecos no sólo dificultan un paseo distendido, sino que hacen que los visitantes se pierdan y no puedan ver la totalidad de los animales, esto es, a los mil ejemplares de 152 especies distintas que alberga este recinto creado en 1925.

Sin embargo, esta situación cambiará. Para el 12 de diciembre -fecha en la que el recinto cumple 88 años-, el zoológico contará con un plan maestro que incluirá medidas como atenuar la pendiente de sus rutas, aumentar el tamaño del parque de 4,8 ha a 9,6 ha y distribuir a los animales en zonas geográficas.

El diseño de este plan -parte de las obras del Legado Bicentenario- se elabora desde hace cinco meses, con un equipo binacional de arquitectos, en el que trabaja la oficina chilena Carreño Sartori y la estadounidense PJA.

Ambas fueron elegidas por su expertise en el desarrollo de parques zoológicos. Los primeros hicieron, entre otras, la sala de crianza del Zoológico Nacional y los segundos han desarrollado proyectos alrededor del mundo como el Animal Kingdom de Walt Disney, en Orlando, EE.UU., y el recinto de los chimpancés en el de Melbourne, Australia. Para la arquitecta de PJA, Victoria Quiroga, "estas decisiones harán de este parque un zoológico exitoso y de renombre".

UN NUEVO PARQUE

"Esta no es una restauración, es la construcción de un zoológico nuevo. Este lugar ha sido testigo del crecimiento de la ciudad y ahora le toca crecer a él", dice el director del PMS, Mauricio Fabry.

Entre los cambios, se trasladará el acceso principal al parque -actualmente, ubicado a la altura del recinto de los elefantes- hacia el poniente, donde está el oso polar; se hará un ascensor panorámico y vertical que servirá como apoyo al funicular, además de telesillas que permitirán ver a los animales desde las alturas y tendrá la capacidad de transportar a 2.000 personas por hora (ver infografía).

Con la idea de dotar al lugar de un hilo conductor más claro entre las especies, se creará un solo sendero principal -de poniente a oriente-, en el cual los animales estarán organizados por zonas geográficas -Africa, Oceanía, Asia, América y Chile Nativo-, lo que "sumergirá a los visitantes en un relato más atractivo y coherente, pues hoy tienes al oso polar al lado de la cebra", explica Fabry. Además, se crearán atajos outdoor, para las personas que deseen hacer trekking en la parte más frondosa y con pendiente del parque.

Una de las zonas de mayor relevancia para el parque es la del Chile Nativo, que estará en la explanada en la cumbre del cerro y potenciará la conservación de las especies autóctonas.

El cambio de acceso también busca que el recinto dialogue de mejor manera con el resto del parque, es decir, que la gente pueda recorrer el Sendero Rústico, pasar por el zoológico y llegar al Parque de la Infancia el mismo día.

MEJOR ACCESIBILIDAD

Piera Sartori, socia de la oficina chilena, repara en la importancia de modificar la pendiente, ya que, "pese a que el zoológico está en medio de la ciudad, con un acceso privilegiado, dentro la situación cambia, por ejemplo, para aquellos con movilidad reducida o con coche, así es que es fundamental modificar la pendiente, que hoy promedia entre el 10% al 15%".

Según el Minvu, el plan maestro tiene listo el trazado con la pendiente de 5% para cumplir con la Guía de Consulta de Accesibilidad Universal y la Ley General de Urbanismo.

Para el subsecretario de la cartera, Francisco Irarrázaval, estas modificaciones responden al "creciente aumento de los visitantes y a la necesidad de construir un parque de primer nivel".

Si bien los costos del nuevo Zoológico Nacional se conocerán recién en octubre -cuando esté listo el plan maestro-, Fabry adelanta que se maneja un rango de entre US$ 20 y US$ 50 millones.

Respecto de la apertura del nuevo recinto, si se mantiene el calendario actual, el nuevo parque debiera abrir sus puertas en 2018.