El 8 de Marzo no es de todas las mujeres
Cada 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, fecha institucionalizada por la ONU en 1975. Si bien los primeros intentos de instaurar este día se remontan a la Internacional Socialista de Mujeres, quienes buscaron cargarlo con su sesgo ideológico, el principal hecho que nos lleva a rememorarle es el trágico incendio en la fábrica textil "Triangle Shirtwaist" en Nueva York en 1911. Este lamentable suceso, que resultó con 146 muertas y 71 heridas, generó una reforma a la legislación laboral mejorando los salarios, las condiciones de trabajo, y una reducción de la jornada, lo que fue un avance para la sociedad a principios del siglo XX. Sin embargo, la instrumentalización ideológica de este hecho, ha llevado a que el 8 de marzo sea una oportunidad para levantar la voz ideológica de algunas mujeres que representan a muy pocas.
El Día Internacional de la Mujer refleja el avance en asegurar igualdad de oportunidades a las niñas y mujeres del mundo. La ONU promulgó la Declaración y Plataforma de Beijing (1995), que buscó fijar una ruta para trabajar a favor de los derechos de las mujeres. En 2010 se creó ONU Mujeres (presidida por la presidente Michelle Bachelet entre 2010-2013), institución que "trabaja para lograr un mundo más inclusivo con la igualdad de género como elemento fundamental de los Objetivos de Desarrollo Sostenible" (ONU Mujeres, s,f).
Empero, tras el auge del movimiento feminista en 2018, este 8 de marzo es diferente al de su origen. Este movimiento busca revalorar este día, acusando que el capitalismo y el patriarcado son los causantes de las injusticias de las mujeres. Y en un intento de volver a construir memoria, obviando los hechos, el 8 de marzo tiene un nuevo sesgo del ya aportado por la Internacional Socialista.
Por esto, las feministas llaman a celebrar este día con 121 acciones. Destacan: Paralización en espacios públicos de trabajo asalariado durante el día; alterar o interrumpir el tránsito y la circulación normal en la vía pública; coordinar con compañeras para faltar de manera masiva al trabajo; poner pañuelos verdes –pro aborto libre- a estatuas y monumentos; evadir masivamente el transporte público; boicotear el comercio, empresas y juguetes que promuevan una visión sexista, etc.
Entre las demandas se encuentran: Construcción de una memoria feminista como herramienta para las luchas y resistencias; aborte libre, legal, seguro y gratuito; ley de medios en Chile que regule contenidos en medios de comunicación y publicidad desde una perspectiva feministas, entre otras.
Las acciones y las demandas para conmemorar este día están bastante lejos de representar a la totalidad de mujeres. Por ejemplo, la encuesta CEP (oct-nov 2018) demostró que sólo un 7% de la sociedad está de acuerdo con un aborto libre. Estas demandas no son más que excusas para construir conflictos artificiales, poniendo en una constante pugna a la mujer contra el hombre. Buscan destruir las relaciones humanas tal como las conocemos, en vez de generar avances a favor de la sociedad. Dado esto, el 8 de marzo ya no es más el día de todas las mujeres.
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