A cinco años del Acuerdo de París, bienvenida la revolución verde

Las capas de hielo de la Tierra y los glaciares conservan 68% del agua dulce en el planeta, pero los científicos creen que el cambio climático inducido por el ser humano es responsable de su rápido derretimiento.


Hace cinco años, el mundo fue testigo de una hazaña histórica cuando 196 países acordaron un objetivo común a través del Acuerdo de París: limitar el aumento de la temperatura global a muy por debajo de los 2 grados Celsius.

Cinco años después, la creciente lista de influencers climáticos en nuestras redes sociales y pantallas, como Greta Thunberg y Sir David Attenborough, demuestra que la promoción de la acción climática y estilos de vida más sostenibles se están convirtiendo en algo común, trascendiendo a través de generaciones.

Algunos pueden decir que esta tendencia es simplemente una moda pasajera. Yo digo que es mucho más. Estos mensajes no se detendrán hasta que la acción climática se convierta en una norma social. A medida que nos recuperamos de la pandemia, esto nos ofrece una oportunidad única en la vida para repensar la forma en que producimos y cómo nos relacionamos con nuestro planeta.

Este fin de semana, durante la Cumbre sobre la Ambición Climática, el Primer Ministro Boris Johnson anunció que el gobierno británico dejará de apoyar financieramente al sector de combustibles fósiles en el extranjero. Esta política se implementará después de un breve período de consulta y se espera que entre en vigencia lo antes posible y antes de la COP26 en noviembre próximo.

Este anuncio coincide con el nuevo compromiso de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 68% para el año 2030, en comparación con los niveles de 1990.

El objetivo es ambicioso, pero alcanzable, y compromete al Reino Unido con la mayor tasa de reducción de emisiones dentro de las economías desarrolladas.

En conjunto, estos compromisos aceleran el cambio hacia la adopción de tecnologías verdes y bajas en emisiones, creando así fuentes de trabajo a lo largo del Reino Unido y liderando el crecimiento internacional en esta industria.

En este sentido, ahora que nos embarcamos en la cuarta revolución industrial, el crecimiento limpio debe estar en el centro. Juntos, el Reino Unido y Chile están impulsando esta nueva revolución industrial verde. Solo este año, Chile ha puesto en marcha mejores metas nacionales de reducción de emisiones, planes de descarbonización para convertirse en un productor de hidrógeno verde líder en el mundo para 2030 y envió señales a los mercados financieros con la emisión de bonos soberanos verdes.

En el Reino Unido, nuestro nuevo plan de 10 puntos para una Revolución Industrial Verde construirá una economía resiliente a partir del coronavirus, al catalizar una inversión gubernamental de £12 mil millones (USD $16 mil millones) para las industrias del futuro, incluido el transporte marítimo sin emisiones, la calefacción con hidrógeno y la electromovilidad. El plan tiene como objetivo crear 250 mil empleos verdes, estimular en más de tres veces la inversión privada respecto a la pública para el año 2030 y contribuir a la meta del Reino Unido de cero emisiones netas para el año 2050.

Chile y el Reino Unido también están acelerando esta revolución verde en el escenario internacional a través de nuestra colaboración como anfitriones de las conferencias climáticas de la ONU, COP25 y COP26. En el quinto aniversario del Acuerdo de París el pasado 12 de diciembre, el Reino Unido, Francia, Chile, Italia y el Secretario General de la ONU, instaron a todos los países a cumplir con sus compromisos y presentar planes más ambiciosos.

El llamado a los líderes empresariales, directores ejecutivos y colegas embajadores es a reconocer nuestra responsabilidad e influencia como agentes de cambio. En el competitivo entorno empresarial de este siglo, ignorar la acción climática es correr un alto riesgo. Aquellas organizaciones que no desarrollen resiliencia climática y reduzcan de manera tangible las emisiones probablemente serán superadas en el futuro por aquellas que sí lo hagan. Las empresas que incorporan prácticas ambientales, sociales y de gobernanza “ESG” ya se desempeñan mejor que las que no lo hacen.

A nivel mundial, más de 1.300 empresas e inversionistas con activos de más de USD $9 billones ya se han comprometido a cero emisiones netas para el año 2050, en el marco de la campaña global de la ONU Race to Zero (Carrera a Cero), representando un 12% de la economía global. ¿Y ustedes, se suman?

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