A no olvidar las enfermedades crónicas
Todos los días encendemos la televisión y nos encontramos con terribles noticias: muertos, contagiados e historias de personas, tanto aquí como en otros países, que sufren por esta pandemia. En resumen, una tragedia que todavía no vemos un término cercano.
Estamos aún en la “primera ola”, la cual implica una demanda de nuestro sistema de salud por los infectados de Covid-19, y muertes asociadas al mismo. Probablemente también estamos en la “segunda ola”, la cual deriva de la priorización de recursos para combatir la pandemia, lo cual descuida a los pacientes que tienen otras condiciones críticas no asociadas a la pandemia. La “tercera oleada” se debe al impacto de las terapias crónicas interrumpidas. Esta última es de gran preocupación.
Los adultos mayores en nuestro país han sido golpeados en diversas instancias: por bajas pensiones, enfermedades crónicas, un sistema de salud público empobrecido, entre otras cosas. Esto hace aún más cruel que el Covid-19 los ataque especialmente a ellos.
Es necesario preocuparnos de los tratamientos crónicos de los adultos mayores, tanto en su acceso a medicamentos como a cuidados, ya que gran parte de las enfermedades crónicas son silenciosas, por lo que sus efectos no se perciben hasta muy avanzada la enfermedad.
Es por esto que recomendamos a los adultos mayores y a sus familiares a cuidarse en sus casas, respetando las cuarentenas y teniendo en cuenta que deben seguir sus tratamientos, y si tienen problemas deben comunicarse con su centro de salud o municipalidad.
* Académico Escuela Química y Farmacia U. Andrés Bello