Afirmacionas falsas en el debate presidencial sobre aborto y la salud de la mujer

Aborto Reglamento


Por Damian Clarke, doctor de Economía, University of Oxford; profesor asociado, Departamento de Economía, Universidad de Chile; investigador MIPP, MLIV; investigador asociado, CSAE Oxford & MiSoC Essex

En el primer debate presidencia del 2021 un candidato indicó que “en los países donde hay aborto libre, la tasa de mortalidad materna es mucho más alta”, sugeriendo que esta información está públicamente disponible en “universidades (y) en estudios”.  Como autor de diversos estudios sobre salud materna y métodos anticonceptivos publicados en revistas académicas internacionales, y como académico de una universidad, puedo decir que esta afirmación no es cierta.  En realidad, la gran mayoría de los estudios académicos precisamente señalan  lo contrario: la despenalización del aborto y la disponbilidad de aborto en condiciones seguras es un insumo clave para la salud de las mujeres.

Por ejemplo, un estudio de Janie Benson y coautores que revisa diversos otros estudios sugiere que existe una fuerte evidencia a favor de la relación entre la despenalización del aborto y caídas en las tasas de mortalidad materna.  Estos hechos no son cuestionables o realizados en base a evidencia estadística débil.  Basta mirar las cifras crudas para apreciar la realidad.  El caso de Romania, presentado por Benson y coautores (en la figura a continuación) es emblemático: la aprobación de aborto legal resultó en una caída notable en la tasa de mujeres  que fallecen durante el embarazo, y esto se debía especificamente a muertes relacionadas al aborto.

Abortion deaths

Aquí, tanto la evidencia académica como las recomendaciones de organizaciones internacionales, son claras.  La OMS, como parte central de sus recomendaciones para reducir tasas de muertes maternas  (https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/maternal-mortality), alerta sobre la importancia de “tener acceso a la contracepcioìn, a servicios que realicen abortos seguros en la medida en que la legislación lo permita, y a una atención de calidad tras el aborto.”  Lo mencionado por la OMS se realiza en base a la mejor evidencia científica existente.

Es importante ser claro cuando se habla de los determinantes de la salud de la población.  Las afirmaciones de  que el  acceso al aborto legal aumenta las tasas de muertes maternas son demostrablemente falsas. Estudios en revistas médicas de alta importancia como The Lancet sugieren que la falta de acceso al aborto seguro, y consecuente uso de aborto inseguro, es lo que provoca altas tasas de mortalidad materna.  Un estudio de Grimes y coautores de The Lancet en 2006 indica que el aborto legal en países industralizados es uno de las intervenciones médicas más seguras, y sugieren que solo en América Latina, la falta de acceso universal a aborto seguro aumenta la tasa de muertes maternas en un 17%.  Y es más,  el aborto legal y seguro ha sido mostrado como un insumo clave, no solo para reducir las tasas de mortalidad materna, sino también las tasas de morbilidad materna. Estudios recientes enfocados en la despenalización de aborto en México DF (https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0167629620310596) notaron una caída muy importante en hospitalizaciones de mujeres en edad fertil, reduciendo en más de la mitad las hospitalizaciones por hemorragia durante el embarazo.

La despenalización del aborto puede ser un tema polémico por razones ideológicas, pero no lo es por temas de salud pública. Como economista especialista en temas de salud poblacional, la estimación de relaciones causales, fertilidad y métodos anticonceptivos, puedo afirmar que la evidencia existente es más que clara. La evidencia científica muestra que legalización del aborto trae consigo mejoras significativas en la salud de las mujeres, y reducciones en tasas de muerte materna. Si un político o una política busca evitar tasas de muerte materna elevadas y mejorías en general en salud reproductiva de las mujeres, toda la evidencia sugiere que la legalización del aborto, la provisión del aborto seguro, y una atención de salud adecuada posterior a abortos es una política pública clave.