Agenda larga en prevención social
Por Marcelo Sánchez, gerente general de Fundación San Carlos de Maipo
Durante los últimos días se ha evidenciado en delitos de mayor connotación la participación de niños y niñas menores de 18 años, muchos de ellos con una trayectoria amplia en el delito de manera muy temprana. En efecto, anualmente el número de infractores de ley de dicho rango etario alcanza una cifra cercana a los 30 mil. De ellos, el 17%, es decir, casi uno de cada cinco, concentró la mitad de los delitos cometidos, lo que muestra una conducta multireincidente. Al profundizar los elementos comunes en este grupo refractario, prolífico en la actividad delictiva, se puede observar un factor común: el inicio en el delito a muy corta edad, entre 11 y 13 años. La mayor parte reclutados por bandas delictivas que aprovechan la calidad de inimputables, además evidentemente de sus altos grados de desprotección y vulneración. Invisibilizados por su edad en el sistema de protección, la mayor parte no cuenta con un apoyo específico para detener las conductas antisociales a tiempo.
El Sistema Lazos de la Subsecretaria de Prevención del Delito apunta a esta problemática, no obstante, pese a ser una alternativa sólida y con evidencia de buenos resultados, requiere de una mayor inversión pública para alcanzar la cobertura necesaria.
Otras iniciativas que facilitan el despliegue territorial para le prevención de conductas problemáticas tiene relación -por ejemplo- con el Modelo Comunidades que se Cuidan, implementado por la Fundación San Carlos de Maipo con la Universidad de Washington desde 2014, cuya evidencia es sólida en la reducción de 6 conductas problemáticas, entre ellas, la delincuencia juvenil, el consumo de drogas y la violencia. La Fundación de la Sociedad del Canal de Maipo han desplegado la acción de este modelo en diversas comunas de la Región Metropolitana y puede ser un referente para dar respuesta al Sistema de Protección Integral de la Infancia con una oferta programática preventiva, a través de las Oficinas Locales de Infancia.
También es importante el avance del modelo Elige Vivir Sin Drogas, inspirado en el Planet Youth de Islandia, cuyos resultados en Europa han mostrado una reducción importante de consumo de drogas en niños/as, factor de riesgo a la base de la cronificación de conductas delictivas.
Sin embargo, pese a esta oferta programática, gran parte de los niños infractores no llegan, muchos de los cuáles continúan sus trayectorias delictivas, o terminan en un sistema de protección sin capacidades específicas para la rehabilitación temprana.
Si realmente queremos hacer un cambio en el futuro de estos niños y niñas, debemos atender a esta realidad con una agenda larga de prevención social que llegue antes, y deje de llegar tarde, cuando aparecen alrededor del niño/a los factores de riesgo que abren espacio a vulneraciones que el narco o delincuente de turno saben aprovechar en su reclutamiento territorial. Para ello, el Estado debe avanzar en dotar de una oferta territorial completa y con evidencia, centrada en la creación de factores protectores en los ámbitos de la escuela, la comunidad y, principalmente, la Familia, y que claramente esté comprometida con el desarrollo positivo de la infancia.
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