Agricultura peruana: ¿milagro o inteligencia territorial?

La amenaza agroindustrial de Perú que se cierne sobre Chile


SEÑOR DIRECTOR:

En el desarrollo de los países no existen los milagros. Los países son exitosos cuando las acciones del desarrollo apuntan a relevar lo que lo está limitando. Hay que partir de un buen diagnóstico para luego elaborar acciones concretas que aborden con realismo los problemas, dejando de lado los ideologismos que, la mayoría de las veces, nublan la razón e inhiben la inteligencia.

El explosivo crecimiento de las exportaciones agrícolas peruanas, como lo muestra una nota publicada en su medio hace unos días, es un ejemplo de ello. Se detectó la existencia de un territorio en la costa, con un elevado potencial de producción, pero sin agua. Ésta estaba en el lado amazónico de la cordillera, y solo faltaba interconectarla con la costa para que se juntaran dos recursos naturales que se potencian: el clima y el agua, cuya combinación abrió un espacio de crecimiento para una próspera agricultura de exportación.

Fluyeron luego los capitales gracias a la acción del Estado, que otorgó las facilidades impositivas para ello, así como el acceso seguro a la tierra, permitiendo la creación de unidades productivas competitivas de mediano y gran tamaño. En menos de 20 años, la productividad por trabajador se duplicó gracias a la Ley de Promoción del Sector Agrario de 2001, la cual contempla una protección de los trabajadores y un aseguramiento de que los beneficios salariales crezcan en proporción a la productividad, además de los incentivos para desarrollar el riego.

Para que el desarrollo sea sostenible, no basta con crecer, hay que crecer bien, resguardando los equilibrios ambientales, sociales y económicos. No estamos frente a un milagro, sino ante simple inteligencia territorial.

Fernando Santibáñez Quezada

Director de Investigación y Posgrado

Facultad de Ciencias de la Naturaleza USS

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