Alcohol en Chile: consecuencias desconocidas
SEÑOR DIRECTOR:
En el Día mundial sin alcohol, quisiéramos recordar las razones por las que muchos países desarrollados, y también Chile, realizan diversos “gestos regulatorios” a la comercialización de este producto. Comprar alcohol no es lo mismo que comparar manzanas o calcetines.
Se trata de una sustancia que “entre otras enfermedades produce cáncer, es adictiva y lo más importante, produce daños a terceros”. El daño a terceros es poco conocido, se suele hablar sólo de los accidentes de tránsito, sin embargo, evidencia internacional y local, muestra que 1 de cada 3 chilenos compromete importantemente su calidad de vida a causa del consumo de alcohol que ocurre tanto en su hogar como en su barrio.
Se trata de consecuencias cotidianas como los ruidos molestos, riñas, basura, discusiones, inseguridad al caminar, daño a propiedad privada, suicidios, homicidios, parricidios y femicidios.
Es conocido el daño que produce al niño la ingesta durante el embarazo, pero son menos conocidos los daños a futuras generaciones que produce el consumo excesivo del padre ocurrido antes de concebir al hijo, aumentando el riesgo de malformaciones congénitas del corazón, trastornos conductuales o susceptibilidad a adicción futura.
Finalmente, el daño a terceros se extiende más allá de nuestros hogares, ya que la alta cantidad de consumo de los chilenos en su conjunto genera un costo social directo e indirecto equivalente a casi 1% del PIB nacional. Este costo afecta a la población más vulnerable y se manifiesta en hechos dolorosos y tangibles como son las listas de espera o incumplimiento de garantías en salud u otros derechos sociales.
Menos consumo de alcohol, es más vida, y mejor calidad de vida para todos los chilenos.
Paula Margozzini
Claudia Bambs
Académicas del Dpto. de Salud Pública UC e investigadoras del Centro para la Prevención y Control del Cáncer CECAN