Amargo sueño

Señor director:

El lunes pasado el ascensor Cordillera cumplió 133 años, siendo uno de los primeros del puerto principal. Valparaíso estuvo entre las primeras ciudades del mundo que construyeron esta clase de funiculares como una forma de generar conectividad. La ciudad progresaba mientras Santiago vivía de los resabios del colonialismo hispano. Valparaíso era la vanguardia del Pacífico Sur.

Ese progreso fue producto de un puerto abierto al mundo, de una comunidad que confiaba en la sociedad civil y de un Estado que entendió el valor de la iniciativa privada. Si la receta es tan simple, ¿no es tiempo despertar a Valparaíso del amargo sueño?

Mauricio Faúndez Peric

Fundación para el Progreso