Ausentismo escolar: se necesita mucho más

Colegios


Por María Paz Arzola, Libertad y Desarrollo

“Los queremos de vuelta en el colegio”, fue el sentido llamado del Presidente Gabriel Boric, tras conocerse la caída que la asistencia escolar registró durante el primer semestre, llegando a apenas el 70% en junio. Simultáneamente, el ministro de Educación anunció un plan para “revincular” a quienes se han alejado de su escuela, el que en pocas palabras consistirá en la realización de reportes que ayuden a las escuelas a identificar a los estudiantes en riesgo por ausentismo crónico, en una campaña comunicacional y en la entrega de financiamiento para que los docentes se capaciten en cómo colaborar en este asunto.

Si bien es una gran cosa que la máxima autoridad del país manifieste su preocupación por esta problemática y que se anuncien acciones al respecto, lamentablemente es posible que nada de ello sea suficiente. Primero, porque detrás de la inasistencia crónica y el abandono escolar hay razones profundas y diversas, desde motivos familiares, económicos y psicosociales, como también factores de la propia escuela que podrían incidir en la falta de compromiso por parte de los estudiantes. Del mismo modo, el agujero que dejó la pandemia es muy profundo y para cubrirlo se requieren esfuerzos excepcionales, lo que incluye recursos que lamentablemente el gobierno no tiene como prioridad (versus por ejemplo la condonación del CAE o el pago de la deuda histórica).

Segundo, todo indica que el problema hoy trasciende a la escuela y proviene en parte del clima que se ha instalado desde hace ya varios años en el país. La constante paralización de clases y las tomas violentas han transmitido la idea de que hay fines superiores que justifican el no asistir al colegio, debilitándose la relevancia que tiene la educación y dándose la señal de que ésta puede transarse como moneda de cambio con tal de conseguir ciertos propósitos. En ese contexto, se hace especialmente improbable que sea el propio Presidente quien logre convencer de que la asistencia a clases es importante, considerando que hace no mucho tiempo atrás, tanto en su faceta de líder estudiantil como de diputado opositor, se dedicó a reivindicar precisamente el mensaje contrario. Participó, promovió y luego avaló los paros y tomas de establecimientos educativos bajo la excusa de múltiples reivindicaciones y más recientemente se opuso duramente a la reapertura de éstos durante la pandemia, apoyando incluso una acusación constitucional contra el entonces ministro de Educación.

Así, aun reconociendo lo positivo del cambio en el discurso del Presidente, lo cierto es que su fama lo precede. Del mismo modo, los daños de la pandemia y tras años en que la educación ha estado secuestrada por diversas luchas, siendo la continuidad de las clases relegada a un segundo plano, pareciera que se necesitará mucho más para enfrentar con éxito el tremendo desafío que hoy exige al país.