SEÑOR DIRECTOR:
En los últimos días se han conocido preocupantes cifras de natalidad: Chile registró en junio 10.561 nacimientos, una caída de 28,43% en comparación con el año anterior.
Las madres hoy debemos optar entre el trabajo remunerado y el cuidado de la familia. Si bien han existido avances -como la Ley de Conciliación Laboral y Familiar-, lo cierto es que falta camino por recorrer y estamos al debe en la implementación de iniciativas innovadoras, que otorguen herramientas concretas a madres trabajadoras, humanizando los lugares de trabajo e incentivando la corresponsabilidad social.
Soy madre de cuatro hijo/as. Cuando nacieron, me sentí invisible y sola en la titánica tarea de educar a personas que no pueden hacer nada por sí solas. Tuve que renunciar a mi trabajo remunerado. Esta realidad le sucede a miles de madres y la hemos normalizado.
Las mamás en Chile somos 5,5 millones de personas. Deberíamos ser actrices políticas relevantes, sin embargo, somos invisibilizadas y, peor aún, castigadas por ejercer una responsabilidad tan noble como cuidar, educar y formar a nuestra familia. Es importante que nos conectemos y apoyemos; rescatando el concepto de crianza en tribu, para recuperar los valores inherentes a la naturaleza del ser humano, preservando el bienestar de los/as niños/as como objetivo fundamental.
La baja en las cifras de natalidad afecta a toda la sociedad, familia, empresas, Estado y políticas públicas. La crianza en tribu parece asomarse como una opción para -al menos intentar- dar mayor bienestar a madres, cuidadoras y sus familias, y así aportar a revertir la baja natalidad.
Verónica Campino García Huidobro
Cofundadora Fundación YoQuieroEstar
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