SEÑOR DIRECTOR:
La disminución de la natalidad en Chile es un tema preocupante que requiere reflexión profunda. Este fenómeno, más allá de ser un problema demográfico, refleja cambios en nuestras prioridades y perspectivas de vida.
Las razones detrás de la baja tasa de natalidad son diversas y no se limitan a la búsqueda de desarrollo profesional o al alto costo de criar hijos. La creciente mentalidad “child free” indica que muchas personas perciben los hijos como una carga significativa que afecta sus planes personales y profesionales.
Aunque las políticas públicas que incentivan la maternidad son necesarias, por sí solas no han demostrado ser suficientes. Países con altas tasas de natalidad y políticas de apoyo a la familia, como los escandinavos, han tenido éxito en parte gracias a una cultura que valora y facilita la conciliación entre trabajo y vida familiar.
La cuestión de si existe un deber moral de tener hijos en la actual situación de Chile es compleja. La decisión de tener hijos es profundamente personal y debe respetar las aspiraciones individuales. Es urgente que, como sociedad, reflexionemos sobre cómo apoyar a las familias y reconsideremos el papel de ésta en el entramado social.
Jimena Valenzuela del Valle
Directora del Instituto de Ciencias de la Familia
Universidad de los Andes
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