Calidad en educación parvularia: celebramos un hito
Por María Jesús Honorato, subsecretaria de Educación Parvularia; Daniel Rodríguez, secretario ejecutivo Agencia de la Calidad; y Cristián O´Ryan, superintendente de Educación
Hace casi una década, el 11 de agosto de 2011, el Presidente Sebastián Piñera promulgó la Ley de Aseguramiento de la Calidad, resultado de un acuerdo político transversal, quizás el último de esa envergadura en educación. Parlamentarios de todos los sectores convergieron en la creación de una nueva institucionalidad responsable de asegurar el acceso a una educación de calidad con equidad desde el nivel inicial, a través de la evaluación, la fiscalización, la orientación y el apoyo constante a las comunidades educativas. Un año más tarde, se echó a andar este sistema de alta complejidad y estándar técnico con la creación de la Agencia de Calidad y la Superintendencia, y la articulación robusta entre éstas, el Mineduc y el Consejo Nacional de Educación.
Hace algunas semanas, ese compromiso es una realidad con la incorporación de la educación parvularia al Sistema de Aseguramiento de la Calidad, el cual dota a la educación inicial de herramientas específicas de evaluación, acompañamiento y fiscalización, focalizadas en las características y particularidades del nivel parvulario. Con ello, toda la trayectoria educativa de niños y niñas del país cumplirá altos estándares de calidad.
La puerta de entrada a este nuevo sistema es el Diagnóstico Integral de Desempeño (DID), proceso diseñado por la Agencia de Calidad y que comenzó a implementarse en 3.800 salas cuna y jardines infantiles de todo el país. Su implementación, que el próximo año incorpora escuelas con niveles de transición, permitirá la reflexión y autoevaluación de las propias comunidades, de acuerdo con los estándares, normativa y demás instrumentos creados durante esta administración.
La evidencia que recogerá el DID sistemática y anualmente, servirá para identificar aquellas comunidades que necesitan más apoyo. La Subsecretaría de Educación Parvularia recogerá esta información e impulsará un modelo de acompañamiento que se extenderá por tres años en los establecimientos identificados como prioritarios. Por un lado, se enfocará en promover cambios que conduzcan a implementar prácticas institucionales y pedagógicas de calidad, y por otro, permitirá diseñar políticas públicas con foco en calidad, coherentes con las necesidades de cada establecimiento del nivel, con sus particularidades.
Todo esto, junto con otros mecanismos de acompañamiento y orientación, será complementado transversalmente por la Superintendencia y la Intendencia de Educación Parvularia, a través de un modelo de fiscalización con enfoque de derechos y libertades fundamentales, cuyo propósito es favorecer el cumplimiento normativo, orientar a los sostenedores, administrativos y equipos educativos sobre el sentido de la norma y con ello promover la mejora continua.
Como instituciones a cargo de aseguramiento de la calidad, celebramos esta buena y esperada noticia. Con la consolidación de la educación parvularia en el Sistema de Aseguramiento de la Calidad avanzamos con paso firme a un nuevo marco institucional que tiene como prioridad mejorar la calidad de la educación que reciben los niños y niñas, promover la inclusión y la participación de las comunidades educativas, para así construir un Chile más integrado social y culturalmente.